“Que avance inmediatamente la justicia, yo quisiera que se pongan en nuestro lugar todas las autoridades”, afirmó este domingo Gloria Quisberth, representante de las víctimas de las masacres del régimen de Áñez, quien recordó cómo su hermano, Antonio, fue asesinado sin culpa por un impacto de bala en Senkata.
“Yo soy hermana de Antonio, a quien el 2019 lo mataron con un impacto de bala en la cabeza (…). Yo también represento a todas mis compañeras que han quedado viudas, con sus niños huérfanos, a los padres y madres que hoy en día igual lloran por la pérdida de su hijo”, sostuvo en entrevista para el programa Las 7 en el 7 de Bolivia Tv.
Recordó que, en octubre de 2019, su hermano había comprado el prospecto para ingresar al Colegio Militar, pero su vida fue cegada durante el régimen de Áñez, al igual que de la de muchos otros ciudadanos que exigían respeto a la democracia.
“Lo que nosotros queremos es justicia, y yo lamento la situación, que la hija de Áñez ahora se ponga a llorar, por lo menos ella puede verla a su mamá, puede comer, hablar, entrar a la cárcel, nosotros lo único que hacemos es ir al cementerio a llorar, pero no podemos comer, abrazar a nuestro ser querido, solo poniendo flores, hablando con una tumba”, expresó entre lágrimas.
La hermana de Antonio remarcó que en ningún momento se vulneraron los derechos de Jeanine Áñez; por el contrario, el pueblo sí sufrió vulneraciones, como es el caso de una mujer que fue apresada durante el régimen, estando embarazada, y por las agresiones sufridas su niño nació con discapacidad.
“Cuando los presos estaban detenidos por algo injusto, no les han dado ni un vaso de agua, no les llevaban atención médica, pero yo veo que hay mucha prioridad hacia ella (Áñez), hay muchas personas mujeres que están en la cárcel, no reciben la misma prioridad”, acotó.
Relató que ella también fue gasificada mientras bajaba, junto a otros familiares de las víctimas de la represión, con los ataúdes de sus seres queridos exigiendo justicia. Debido a ello, tuvo que ser internada en el Hospital General.
“Hay muchas historias por contar, pero estas historias necesitan justicia por tanta sangre derramada, no puede quedar en impunidad. Aquí se ha firmado un decreto, 4078, donde los autores responsables tienen que pagar por estas muertes”, aseveró.
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