La embajadora de México en Bolivia, expulsada en diciembre de 2019 por el entonces Gobierno interino, María Teresa Mercado, regresó a La Paz para reanudar sus funciones diplomáticas con la autorización del nuevo Ejecutivo democrático, informó este miércoles la cancillería mexicana.
"La reanudación de funciones de la embajadora Mercado fue a solicitud del Estado Plurinacional de Bolivia y en común acuerdo entre ambos gobiernos", expuso la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en un comunicado.
Mercado fue declarada "persona non grata" y expulsada de Bolivia en diciembre de 2019 por la entonces presidenta interina, Jeanine Áñez, después de que México diera asilo al mandatario saliente Evo Morales y de que la embajada mexicana en La Paz resguardara a componentes de su Gobierno.
Áñez expulsó a la embajadora de México y a varios diplomáticos españoles, que habrían ayudado a resguardar a los funcionarios bolivianos, por haber "lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del Gobierno constitucional de Bolivia".
La cancillería mexicana consideró en el comunicado de este miércoles que, con la petición de la vuelta de Mercado, el Ejecutivo boliviano "repara el agravio de la declaratoria de 'persona non grata'".
"México y Bolivia han manifestado su interés en relanzar las relaciones diplomáticas y su deseo mutuo por establecer una asociación estratégica, particularmente en el marco del 190 aniversario del establecimiento de relaciones formales entre ambos países", complementó la dependencia.
El actual presidente de Bolivia, Luis Arce, que ganó las elecciones de octubre en representación del partido de Morales (Movimiento al Socialismo), ya había anunciado previamente sus intenciones de pedir el regreso de María Teresa Mercado.
Arce, tras ganar los comicios, calificó en una entrevista con Efe como "un abuso" la expulsión de su país de la embajadora, después de que ella hubiera hecho "un excelente trabajo en Bolivia".
Tras la expulsión de la diplomática, México designó como sustituto interino al embajador de carrera Edmundo Font, quien ejerció desde ese momento hasta este miércoles como encargado de negocios en Bolivia.
La Secretaría de Relaciones exteriores reconoció la labor desempeñada por Font en ese periodo, que fue "extraordinario y de gran complejidad", y le asignará próximamente una nueva posición en el exterior.
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