La compañía afirmó que consideró dos parámetros en su decisión: la erosión material de las reservas fiscales y cambiarias, y las perspectivas a mediano plazo de crecimiento económico reducido del país
La calificadora de riesgo Moody’s Investors Service bajó la calificación crediticia de Bolivia “a B2 desde B1 y cambió su perspectiva a estable desde negativa”, que plantea al gobierno próximo ajustes de política fiscal y una reforma estructural.
La compañía afirmó que consideró dos parámetros en su decisión: la erosión material de las reservas fiscales y cambiarias, y las perspectivas a mediano plazo de crecimiento económico reducido del país, la menor generación de ingresos del Gobierno y las menores ganancias de divisas en un contexto de demanda relativamente débil del sector de hidrocarburos y la persistente incertidumbre política.
Según la compañía, “la perspectiva estable refleja que, en el nivel de calificación B2, los riesgos para el perfil crediticio de Bolivia están equilibrados”.
Sin embargo, consideró que el gobierno que surja de las elecciones generales del 18 de octubre enfrentará desafíos importantes para “implementar ajustes de política fiscal y reformas estructurales”. “La estructura de deuda favorable de Bolivia y la alta asequibilidad de la deuda ayudarán a mitigar los riesgos crediticios y respaldarán su perfil crediticio soberano”, se lee en la traducción del comunicado de la entidad.
Moody’s redujo el techo de bonos en moneda extranjera (ME) a largo plazo de Bolivia a B1 de Ba3, su techo de depósitos de largo plazo en ME a B3 de B2, y sus límites máximos de bonos y depósitos en moneda local a Ba3 de Ba2. El techo de bonos en moneda extranjera a corto plazo y el techo de depósitos bancarios en moneda extranjera a corto plazo permanecen sin cambios en Not Prime (NP), dice Moody’s.
En criterio del analista económico Jimmy Osorio, “eso tiene una repercusión inmediata en la capacidad para la obtención de créditos externos y en la captación de inversión extranjera directa”.
“Esto afecta directamente a la inversión pública y la generación de empleo”, explicó el experto.
Osorio consideró que la situación crítica de le conomía también se debe a que el país está “bajo un Gobierno de transición, que no tiene un programa ni un modelo económico en marcha”.
El Banco Mundial, en su informe Perspectivas económicas mundiales, presentado el 8 de junio, calculó que el Producto Interno de Bolivia (PIB) caerá en 5,9%.
La Razón publicó el 25 de mayo que, de enero a marzo de este año, la economía boliviana se ha ido desacelerando hasta alcanzar una expansión de solo 0,55%, uno de los crecimientos más bajos de los últimos 19 años si se lo compara con el primer trimestre de cada gestión.
Desde octubre, el país sufre de una difícil situación política, alimentada ahora por el COVID-19.
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