Ankara lanzó este 9 de octubre en el norte del país árabe la operación 'Fuente de paz', dirigida contra las milicias kurdas.
Teherán ha exigido este 10 de octubre a Turquía que retire sus tropas de Siria y detenga inmediatamente los ataques en el territorio del país árabe.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, expresando preocupación por la operación militar de Turquía en territorio sirio y teniendo en cuenta la gravedad de la situación humanitaria y el peligro actual para los civiles en el área de enfrentamiento, enfatiza la necesidad de cesar con urgencia estos ataques y retirar las tropas turcas de Siria", reza un comunicado de la Cancillería de la República Islámica publicado en su sitio web.
Al mismo tiempo que asegura comprender "las preocupaciones de Turquía por su seguridad", Teherán considera sin embargo que esta acción militar "no solo no ayuda a abordar las preocupaciones de seguridad de Ankara, sino también provoca daños materiales y humanitarios generalizados".
El ministerio sostiene que "la situación actual en la región es el resultado de las intervenciones transnacionales, especialmente por parte de EE.UU.", y ha hecho hincapié en que "solo es posible resolver las tensiones a través de medios pacíficos y respetando la soberanía nacional siria y su integridad territorial".
Incursión turca
Tropas turcas cruzaron la frontera siria la noche de este miércoles, iniciando la fase terrestre de un operativo contra las milicias kurdas, a las que el Gobierno de Turquía considera terroristas.
El movimiento forma parte de la operación 'Fuente de paz' —que Ankara lanzó este 9 de octubre en el norte del país árabe para "destruir el corredor del terror" en su frontera sur y "traer la paz a la región" — se produce después de que aviones turcos bombardearan decenas de objetivos en la zona durante el día.
Las fuerzas turcas han alcanzado un total de 181 objetivos de militantes con ataques aéreos y obuses desde el inicio de la operación contra la milicia kurda en el norte de Siria, informó anteriormente el Ministerio de Defensa turco.
Por su parte, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), compuestas mayormente por kurdos, denunciaron que los bombardeos aéreos afectaron a áreas civiles, creando "enorme pánico entre la población", y afirmaron que una de las bombas alcanzó una prisión donde se encontraban recluidos terroristas del Estado Islámico.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos estima en ocho el número de civiles muertos en la operación militar turca, informa la agencia AP. Por su parte, el Centro de Información de Rojava, un colectivo activista en el noreste de Siria, reporta siete víctimas mortales civiles.
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