La Verde volvió a ganar al combinado centroamericano en el estadio Tahuichi. Lo hizo en el 2013 (2-1) y la noche de este martes fue nuevamente superior (3-1). Marcaron Saavedra (27’ y 37’) y Álvarez (55’). El seleccionado haitiano abrió el marcador con un gol en contra de Álvarez (21’).
Era lo que buscaba César Farías, un triunfo para que sus pupilos agarren confianza. Y así fue, en un estadio que vivió una fiesta con el resultado. Con un letal Erwin Saavedra, autor de dos goles, y otro tanto de Gilbert Álvarez, la selección boliviana venció a Haití por 3-1, en el tercer encuentro de la era del DT venezolano. De esta manera, acabó con un año sin ganar.
Era un día especial para la selección, que debía aprovechar la chance para ganar ante un rival de menos quilates (Bolivia es 62 en el ranking FIFA; Haití es 86). La ambición nacional también provocó que el técnico César Farías coloque un onceno con dos ‘nueve’, Gilbert Álvarez y Carlos Saucedo. También en el arco hizo cambios, con la entrada de Rómel Quiñónez en lugar de Jorge Araúz. Saucedo y Quiñonez fueron las únicas variantes en relación al equipo que cayó de visitante el jueves ante Venezuela (4-1).
La apuesta de la Verde fue clara de entrada, pero se topó con un arquero seguro, Johny Placide, que silenció con dos tapadas espectaculares el estadio Tahuichi, que estuvo casi repleto. A los 11’, Paúl Arano casi marca un gol olímpico y unos segundos después, de cabeza, el que exigió al portero haitiano fue Guimer Justiniano.
Luego el visitante dejó en claro que venía a ganar gracias a Hervé Bazile, su mejor jugador y el que encabezó casi todos sus ataques. A los 17’, ingresó por izquierda y exigió a Quiñónez. Un minuto después el que falló fue Álvarez, solo ante Placide. Bolivia tenía el control del partido, pero la sorpresa la dio Haití, con un autogol de Gilbert Álvarez, que mandó el balón a su propia red luego del tiro libre de Bazile, cuando se jugaban 21 minutos del partido.
Bolivia se descontroló y Haití estuvo cerca de anotar el segundo, pero Quiñónez le dijo no a un remate de Bazile. Era el mejor momento del visitante, pero Saavedra apareció para empatar el partido tras un remate de larga distancia, a los 27’. La gente aún celebraba cuando el visitante estrelló el balón en el travesaño a través de Bazile (30’). En el rebote, Pierrot cabeceó al poste y luego de taquito intentó sorprender.
Saavedra estaba inspirado y lo demostró a los 37’, cuando recibió fuera del área para mandar un bombazo al ángulo de Placide. El volante se tomaba la revancha de las malas actuaciones que había tenido en la Copa América y en la derrota frente a Venezuela. De ahí hasta el final del primer tiempo hubo cánticos y la ola mexicana quedó para el segundo tiempo.
Se armó la fiesta
El visitante aceleró el juego para intentar igualar, y estuvo cerca por intermedio de Pierrot, pero Quiñónez estuvo seguro. Luego de pasar apuros, la picardía de Álvarez bastó para robar un balón que iba hacía Placide para luego encararlo y anotar el 3-1 (55’)’.
Lo que vino luego fue una fiesta en el Tahuichi, donde la Verde volvió después de seis años. También hubo aplausos para algunos jugadores entre ellos Quiñónez, que salvó su arco en cuatro ocasiones ante Pierrot (2), Guerrier y Nazon. De paso, el arquero de Oriente demostró que es una opción seria para pelear el puesto.
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