El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, informó que también se activaron chaqueos y advirtió que si no se para "este juego macabro puede terminar muy mal”. Por factores como fuertes vientos, los focos de incendio se dispararon a 1.448.
Por la visto hasta el momento, en la Chiquitanía actúan “saboteadores” que “siembran fuego de forma intencional” y este “juego macabro puede terminar muy mal”, más cuando también hay la reactivación de chaqueos para la agricultura, advirtió el ministro de Defensa, Javier Zavaleta, quien forma parte del gabinete de emergencia que trabaja en la zona del siniestro.
“Gracias a Dios apenas estamos hablando de ocho viviendas quemadas, ninguna comunidad ha sido evacuada ni arrasada por el momento pero si sigue este juego macabro, nosotros apagamos el fuego por un lado y a nuestras espaldas lo vuelven a encender ya sean agricultores o estancieros asentados que encienden sus chacras o saboteadores, imaginen dónde vamos a terminar”, insistió.
Por más de un mes se extienden los incendios forestales en la Chiquitanía, pese al operativo desplazado que no solo movilizó el aparato estatal sino también a la cooperación internacional. Muchos de los siniestros apagados se reactivan y en criterio de Zavaleta en algunos de esos casos hay “saboteadores”.
“O ayudan a no esparcir más el fuego, los incendios, los focos de calor, o esto puede terminar muy mal en cualquier momento. Ningún equipo, ningún recurso, ningún dispositivo que desplacemos allá va a ser efectivo, mientras nosotros estemos pagando el fuego acá haya gente que lo está prendiendo a nuestras espaldas, este es un fuego macabro”, cuestionó.
Como consecuencia de factores como los fuertes vientos en las últimas horas los focos de fuego se dispararon y llegaron a 1.448. Miles de militares, policías y voluntarios operan en las zonas de siniestro y esperan bajar a menos de la mitad el número de focos de calor en los próximos dos días, según Zavaleta, en una entrevista en medios estatales.
A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, se empezará a ejecutar operativos nocturnos y desplazamiento a las zonas de fuego de un contingente de personas para que se quede en el lugar tres días. Las condiciones en la noche y madrugada no son tan adversas como las que se registra en el día.
El sábado perdió la vida un bombero voluntario que trabajaba en una comunidad de Concepción. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, informó que se hará un reporte periódico para identificar a las zonas de alto riesgo para que no entre personal hasta que se generen condiciones de operaciones por tierra.
“Estamos emitiendo reportes que advierten sobre las condiciones extremas en las que se está moviendo las patrullas, estamos identificando las áreas en las que no debemos intervenir debido a los riesgos que se generan por la expansión del fuego y el cambo de frente de los vientos, que ponen en riesgo la vida de los voluntarios”, señaló.
El fuego persiste en la Chiquitanía. Concepción y San Ignacio de Velasco concentran los incendios de magnitud.
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