El intercambio de acusaciones, insultos y reproches, que distinguen la campaña de los partidos de la oposición, se intensificó el jueves, dejando poco claro las propuestas que los rivales del presidente Evo Morales tienen para un cambio de timón en el país, a menos de tres meses de las elecciones generales del 20 de octubre.
El senador Edwin Rodríguez calentó el escenario electoral al exigirle a su colega Oscar Ortiz que cumpla su palabra y renuncie al curul si quiere mantenerse como candidato a la Presidencia por la alianza Bolivia Dice No (BDN).
"Dijo que iba a renunciar a su curul", remarcó el ex acompañante de fórmula de Ortiz, acusándolo de faltar a la verdad, a la ética y a su palabra.
"Vamos a renunciar 90 días antes" de las elecciones, dijo Ortiz en mayo último respecto al requisito para que las autoridades electas habiliten su candidatura, aunque esa obligación fue suspendida en julio por el Tribunal Constitucional.
"Hay que cumplir las promesas, pero cuando uno especula, miente y finalmente no demuestra lo que dice, deja de ser serio, termina siendo otro politiquero más", fustigó Rodríguez, quien considera que Ortiz debe renunciar a su candidatura y sacar a BDN de la contienda electoral para no restarle votos al opositor Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC).
Esa posición, dijo Rodríguez, le valió amenazas y un hostigamiento político; por lo que anunció que iniciará un proceso penal en contra de quienes afirman que se vendió a Mesa.
La sorpresiva salida de Rodríguez de la carrera electoral, a mediados de julio, fue considerada una "traición" por los militantes de BDN.
Para Ortiz la renuncia de Rodríguez fue un episodio que "solo puede ser interpretado, desgraciadamente, en términos económicos".
El pasado miércoles, Ortiz volvió a remover el tema, después que Mesa lo acusara de promover una "guerra sucia" en su contra, además de allegados al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS).
"Es curioso que @carlosdmesag acuse al gonismo, al masismo y a mi persona. Quien acompañó al gonismo fue él, no yo; quien acompañó al masismo fue él; y a quien le compraron el vicepresidente fue a mí. Debiera festejar menos la compra de candidatos y vigilar mejor sus cuentas", escribió el líder de Bolivia Dice No en su cuenta en Twitter.
Mesa fue aliado y vicepresidente de Sánchez de Lozada (2002-2003), a quien sucedió tras la Masacre de Octubre Negro; en junio de 2005 dejó el cargo agobiado por las demandas y protestas de la población.
Varias denuncias de supuesta corrupción y enriquecimiento ilícito erosionaron en las últimas semanas la figura de Mesa, a quien sus antiguos aliados del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) acusan de cobrar 1,2 millones de dólares para conformar un binomio presidencial en las elecciones de 2002 junto con Sánchez de Lozada.
"Yo he sido su jefe de campaña cuando él estuvo de candidato con Gonzalo Sánchez de Lozada. Tuvimos muchos problemas, obstáculos, un hombre muy soberbio que finalmente cuando le tocó ejercer la vicepresidencia tradujo toda esa soberbia en esas actitudes poco éticas de un vicepresidente que no supo afrontar una crisis política", dijo el exjefe de campaña del MNR, Manfredo Bravo, actual candidato a diputado de Unidad Cívica Solidaridad (UCS).
Mesa también es acusado de proteger a antiguos aliados políticos al quemar durante su presidencia (2003-2005) informes sobre los denominados 'gastos reservados', favorecer la impunidad de los luctuosos hechos de octubre de 2003 e irregularidades sobre un supuesto fondo de 10 millones de dólares para su campaña electoral, como reveló su exvocero Diego Ayo.
"Creo que el pueblo merece una explicación. Independientemente de las acusaciones políticas, el pueblo merece una explicación de un candidato, de qué es lo que hay en todo este manejo tan oscuro, tan cochambroso de las cuentas del señor Mesa", afirmó por su parte el vicepresidente Álvaro García Linera en la ciudad de Cochabamba.
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