Historia de la familia Garafulic, negocios, política y traiciones. Hace poco el expresidente Jaime Paz aseveró que Página Siete sería: “el bunker de campaña del candidato Carlos D. Mesa Gisbert”, también el líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina expresó su molestia por el uso de las encuestas que realizaría este medio para favorecer a Mesa. A esta lista de opositores también se acerca el ex senador, Walter Guiteras, quien fue fehaciente cuando declaró que realizaría una demanda a Raúl Garáfulic por «difamaciones y calumnias», al mismo tiempo que calificó a Página Siete como «un medio mentiroso».
¿Por qué son cada vez más los sectores que acusan a este medio de comunicación de mentiroso y qué tiene que ver esto con la historia de su familia? A continuación te lo contamos.
Raúl Garafulic Gutiérrez, padre del actual presidente del directorio de Página Siete, de raíces croatas, nació el 1 de enero de 1939 en La Paz. Estudió en colegios reconocidos de la ciudad como La Salle y el Instituto Americano. En los años 70 conoció al dictador Banzer Suárez, quién le otorgó la dirección de Televisión Boliviana y fue esto lo que impulsó a Garafulic para involucrarse en el negocio de los medios. El 20 de octubre de 1984 emitía su primera señal televisiva en Paceña de Televisión, hoy más conocida como ATB.
Desde aquellas épocas, Garafulic padre empezó a coquetear con la política y a entender el poder que tienen los medios de comunicación para manipular a las personas, lo que, sin lugar a dudas, y dando por hecho su gran amistad con Banzer le fue de gran beneficio en la sangrienta dictadura que vivió nuestro país.
El señor Garafulic se casó con Ilse Lehm y tuvieron cuatro hijos, Raúl (fundador de Página Siete), Dieter, Sandra y Milena.
En los años 90, Raúl Garafulic impulsado por la ambición del poder y el dinero decidió invertir en otros rubros como la telefonía celular y la televisión por cable, así también, se hizo socio del grupo Canelas del periódico La Razón, y poco tiempo después se compró todas las acciones. También se compró el periódico “El Nuevo Día” y el diario “Popular Extra”, su ambición por controlar la opinión pública se hizo su fuerza vital, todo medio de comunicación contrario a su línea ideológica era catalogado como “enemigo”. Pero eso fue solo el comienzo.
Ya ingresado en política fue embajador en España, lo que le permitió hacer contactos con el grupo “Prisa”, grupo empresarial encargado de publicaciones como “Alfaguara”, libros que se usaban de manera masiva en los colegios particulares de Bolivia en la época neoliberal. No solo quería manipular la opinión pública con sus medios, su siguiente objetivo fue la educación de todos los niños y niñas del país.
Hasta aquí la historia de la familia Garafulic parece la de un padre obsesionado por manipular a las personas, pero eso no fue todo, una vez establecidos los contactos necesarios y habiendo realizado todo tipo de giros para ascender políticamente (defendió la dictadura de Banzer, después la democracia, y después traicionó a muchos quienes defendieron la democracia en aquella época), Garafulic decidió hacerse accionista y administrador de los Fondos de Pensiones en el país, además de vincularse con el negocio de la venta y distribución de electricidad. Es decir, no cansado con manipular la opinión pública, adoctrinar a los niños con lecturas ajenas a la realidad boliviana ahora controlaba las pensiones de los abuelos y abuelas de Bolivia.
El poder de los Garafulic crecía día a día, según los informes de la Comisión de Capitalización y Privatización de la Asamblea Legislativa, se compró la Hilandería de Santa Cruz por 4 millones de dólares, cuando costaba más de 70 millones según la evaluación realizada por los auditores de la capitalización de las empresas. Todo esto pasó hasta que llegó su mayor traición, la traición a su amigo cercano: Tito Asbún, quien fue usado como testaferro para adquirir las acciones de Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), y después de ser usado fue alejado por el mismo Garafulic. El LAB quebró después desmantelado junto con el empresario brasilero Wagner Canhedo, mandando por el “tacho”, a la aerolínea más antigua del país y que ya estaba en el mercado más de 70 años.
Garafulic padre moriría tiempo después en la impunidad.
La historia de este empresario/político fue la de alguien con la obsesión de controlar todo al costo que sea necesario, mentir, traicionar o difamar nunca fue un problema para él y para su familia, y al parecer su hijo Raúl Garáfulic Lehm, casado con la ex diputada chilena defensora de Pinochet, Mónica Zalaquett, quien acusó al presidente Morales de: “provocador» y dijo que «Chile nunca cedería un milímetro de mar a Bolivia”, aprendió esa lección muy bien y lo lleva a cabo constantemente en su periódico Página Siete.
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