En 13 años de gestión (2006-2019), el presidente Evo Morales incrementó de manera progresiva el salario mínimo nacional hasta llegar a 372%, frente a una inflación acumulada, en ese mismo período, de 69,93%, que no representa ni la cuarta parte del ascenso de los sueldos en el país, según reportes oficiales.
Desde 2006, el primer año de gestión y luego de tres años en que los sueldos estaban congelados, el Gobierno boliviano encaró incrementos salariales progresivos, siempre por encima de la inflación de un año anterior, como forma de reponer el poder adquisitivo de las personas y, en algunos casos, esos aumentos superaron, incluso, el 20%.
Informes oficiales señalan que en la gestión 2006, el salario mínimo nacional fue elevado de 440 a 500 bolivianos (13,6%), en 2007 pasó de 500 a 525 bolivianos (5%), mientras en 2008 alcanzó 578 bolivianos (10%); en 2009 llegó a 647 bolivianos (12%).
El aumento salarial en 2010 fue de 5,1%, que situó al salario mínimo nacional en 680 bolivianos, en 2011 subió a 815 bolivianos (19,8%), en 2012 el incremento fue de 22,6% que significó una elevación hasta 1.000 bolivianos y en 2013 subió a 1.200 (20%).
En 2014 el salario mínimo nacional subió 20% hasta 1.440 bolivianos; en 2015 llegó a 1.656 bolivianos (15%), en 2016 a 1.805 bolivianos (9%), en 2017 a 2.000 bolivianos (10,8%), en 2018 a 2.060 bolivianos (1,51%) y en 2019 a2.122 bolivianos.
En paralelo, el Ejecutivo, siempre mediante decreto supremo, determinó también incrementos graduales a los salarios de cuatro sectores dependientes del Estado (salud, educación, Fuerzas Armadas y Policía), además de funcionarios públicos, según un parámetro superior a la inflación registrada un año precedente.
Con esa política, entre 2006 y 2016, el incremento acumulado del poder adquisitivo, es decir, el salario real de los bolivianos fue de 85%, una tasa de aumento que estuvo por encima de las grandes economías, como Brasil (54%), Chile (34%), Ecuador (33%), Perú (31%) y Colombia (14%), según el Ministerio de Economía.
En contrapartida, la inflación acumulada en los últimos 13 años significó 69,93%, tomando en cuenta que en 2006 el alza fue de 4,9%; en 2007 de 11,7%; en 2008 llegó a 11,8 y en 2009 el incremento del índice en los precios al consumidor subió solo 0,2%.
En 2010 la inflación en Bolivia llegó a 7,1%; mientras que en 2011 a 6,9%; 4,5% en 2012; 6,48% en 2013; 5,19% en 2014; 2,95% en 2015; 4% en 2016; 2,71% en 2017; y 1,5% en 2018.
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