Almagro pasó de héroe a villano, y viceversa, en las disputas de la oposición y el oficialismo en Bolivia. En su momento, sus declaraciones fueron funcionales para ambos bandos políticos.
Luis Almagro sigue siendo blanco de los cuestionamientos de periodistas sobre su guiño a la repostulación de Evo Morales. En su defensa ante unos “tres ataques” de la oposición boliviana dijo que es un disparate y un ridículo pensar que lo que dijo sobre el Presidente de Bolivia busque apoyo para su reelección en la OEA.
“Yo en estos días estuve en Bolivia y a partir de mi visita a Bolivia empecé a recibir tres clases de ataque. Uno, que yo hacía esto por mi reelección, lo cual es un disparate sublime; o sea, es probablemente la cuestión más ridícula que he escuchado en todo este año que llevo como secretario general, porque definitivamente esto afectaba directamente mis apoyos y mi posibilidad de reelección”, afirmó el excanciller uruguayo en una entrevista con el portal argentino Infobae.
Como un segundo ataque citó al reclamo de la oposición boliviana de que debía quitarse las guirnaldas hechas de hoja de coca que le colocaron en su visita al Chapare, el sábado. “O sea, era un disparate también atroz. Nosotros condenamos completamente el narcotráfico, estamos por la erradicación de cultivos de coca. Pero una cuestión es que yo le falte el respeto a una tradición ancestral de pueblos originarios y otra cosa es el apoyo al narcotráfico; no se puede ser tampoco tan idiota de comparar”, replicó el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Almagro consideró un tercer ataque a las objeciones a su posición respecto de la repostulación de Morales. “No cambié. Sigo pensando lo mismo. Si hoy me preguntan de nuevo “¿la reelección es un derecho humano?” yo sigo pensando, como secretario general de la OEA, que la reelección no es un derecho humano. Por lo tanto tendría la misma posición respecto al 21F”, dijo.
Al contrario, afirmó que “lo que se tendría que haber evitado en ese tiempo no se evitó”, en referencia al fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que viabilizó la repostulación presidencial a pesar del mandato del referéndum del 21 de febrero de 2016 que impidió la modificación constitucional también con ese fin. “Hay un fallo de la Suprema Corte (NdR: TCP) boliviana que declara la posibilidad de una reelección del presidente Evo Morales como un derecho humano y por lo tanto lo habilita para presentarse”, insistió.
Almagro aclaró que hay jurisprudencia internacional en ese sentido, en al menos tres casos de reelección presidencial. “No tengo ninguna votación del Consejo Permanente que vaya contra eso. ¿Y esto qué quiere decir? Quiere decir que en ningún caso ni la Corte, ni la Comisión, ni el Consejo Permanente se han opuesto. Por ejemplo, ninguno ha declarado ilegítimo el segundo mandato de Oscar Arias (Costa Rica), ninguno ha declarado ilegítimo el segundo mandato de Juan Orlando Hernández (Honduras), ninguno ha declarado ilegítimo el tercer mandato de Daniel Ortega (Nicaragua)”, explicó.
“Yo no puedo decir lo que valió para ellos no vale para Evo Morales. ¿Mañana hay un fallo de la Corte Interamericana? Yo soy el primero en acatarlo y estoy obligado por ese fallo”, argumentó Almagro.
Almagro pasó de héroe a villano, y viceversa, en las disputas de la oposición y el oficialismo en Bolivia. En su momento, sus declaraciones fueron funcionales para ambos bandos políticos.
“@evoespueblo deberá respetar decisión popular que dijo NO a reelección. Ningún juez puede levantar el dictamen del único soberano: el pueblo”, escribió en su cuenta de Twitter el 22 de septiembre de 2017.
La posición de Almagro fue duramente fustigada entonces por Morales y el oficialismo. En varias ocasiones el mandatario lo tildó de “títere” de Estados Unidos o “injerencista”, al contrario de la oposición, que aplaudió sus expresiones sobre la repostulación, el 21F y Venezuela.
Sobre Venezuela, Almagro dijo que el caso no es comparable a Bolivia ni Nicolás Maduro y Morales son lo mismo. “No, no podemos comparar en ningún caso a Nicolás Maduro con Evo Morales. Y una comparación así, plano a plano de los dos, no es justa ni es apropiada”, dijo a Infobae.
Almagro fue canciller del expresidente de Uruguay José Mujica (2010-2015) y miembro del Frente Amplio, del que fue expulsado por sus permanentes ataques al gobierno de Venezuela. En respuesta, el dirigente de la OEA dijo que sus partidarios “defienden dictaduras, son imbéciles”.
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