Hacía mucho tiempo que Blooming no tenía a dos extranjeros que fueran tan importantes en su estructura. Rafinha y Rafael Barros se han convertido en pilares fundamentales del juego celeste. Un diálogo ameno con dos hombres que sueñan
Rafinha y Rafael Barros se han convertidos en dos jugadores fundamentales en Blooming. El talento de los dos brasileños ha servido para que la academia –en el que también brillan Rubén Cordano, Leo Vaca, Paúl Arano, Roberto Fernández y otros- hoy esté en la cima de la tabla con 28 puntos al igual que Nacional Potosí. Los dos le han dado un giro a Blooming cuyos hinchas han vuelto a sonreír. DIEZ decidió juntarlos a ambos para que cuenten sus experiencias de lo que hoy viven en el fútbol nacional. Destacan, sobre todo, el cariño que reciben de la gente, y coinciden que, sin el respaldo de ellos, nada se podrá lograr ahora que comienza la segunda rueda. Este fue el mano a mano con los Ra-Ra que hoy son la sensación.
De pronto Blooming anunció que dos brasileños llegaban, Rafinha y Rafael Barros. ¿Cómo es que aceptan venir a Bolivia y qué fue lo que se imaginaron?
Rafinha: Estaba en Río Grande do Sul en San Luis para jugar el campeonato Gaúcho. Llevaba cuatro días de entrenamiento cuando mi empresario me llamó y me habló de una propuesta, de Blooming de Bolivia. Me preguntó si quería viajar, que se trataba de un equipo bueno; me llamó la atención y comencé a buscar en la Internet, ahí me di cuenta de la grandeza de Blooming, que tenía rivalidad con Oriente y entonces me dije ‘voy’. Armamos el viaje y me vine, y la verdad que estoy feliz, los hinchas nos han mostrado un cariño enorme desde el primer momento. Cuando vamos de shopping, a almorzar o a cenar, nos detienen, quieren conversar, tomarse una foto o simplemente saludarnos. Es mejor de lo que me imaginaba. Ojalá pudiéramos terminar la temporada siendo campeones, sería algo perfecto.
Rafael Barros: En octubre o noviembre de 2018 estaba todavía en competencia en Brasil y me empresario me llamó para pasarme la propuesta de Blooming. De inicio estuve muy animado, más como fue transcurriendo el tiempo se enfrió la negociación. Mi empresario me pidió que no me desenfocara de la cancha porque estaba en competencia y que él se iba a encargar, que espere un poco. Después de más o menos un mes de conversaciones se llegó a un acuerdo con Blooming y no dudé en venirme. La experiencia ha sido muy buena porque cuando uno llega a otro país hay una expectativa enorme de la gente, que quiere que juegues bien, que quiere que salgas campeón y obviamente de disfrutar. De momento, gracias a Dios estamos avanzando producto de varias victorias, y lo que me gusta es que independientemente de quien hace el gol lo más importante son los tres puntos para el equipo. La gente (compañeros) está do porque el mismo Platiní (jugó muchos años en Portugal) maneja muy bien portugués y hablamos en las concentraciones. Eso ha facilitado muchas cosas como también encontrarme y trabajar con grandes jugadores como Leo Vaca, Barros, Joselito Vaca que la rompe en las prácticas, Latorre, Vargas, todos, que son muy talentosos y que no necesitas repetir demasiado porque a la primera ya la agarran. Me preguntan si jugué antes junto a Rafael (Barros) o si fuimos compañeros en algún equipo, más no fue así porque éramos contra, pero él es un gran jugador que puede leer rápido los partidos y eso ayuda.
¿Habían tenido alguna experiencia afuera o es la primera vez que les tocó salir?
Rafinha: Le había pedido a mi empresario que quería salir porque tengo confianza en mis cualidades; en Brasil hay muchos jugadores y hay gente que no puede llegar. El torneo de segunda división es un campeonato exigente y tras jugar buen tiempo ahí le pedí a mi empresario que quería una experiencia en otro país y fue cuando me habló de acá y de lo que podía hacer con la vivencia que tiene él de haber estado en diez países como futbolista. En Brasil si usted no juega en un equipo grande, no le dan importancia. Yo siempre le dije a Platiní (Erwin Sánchez) que quiero seguir creciendo y que con el tiempo el objetivo es tener aún más confianza; a veces eso demora porque no conoces el ambiente, a tus nuevos compañeros, es otro país, pero gracias a Dios todo se fue facilitando porque el mismo Platiní (jugó muchos años en Portugal) maneja muy bien portugués y hablamos en las concentraciones. Eso ha facilitado muchas cosas como también encontrarme y trabajar con grandes jugadores como Leo Vaca, Barros, Joselito Vaca que la rompe en las prácticas, Latorre, Vargas, todos, que son muy talentosos y que no necesitas repetir demasiado porque a la primera ya la agarran. Me preguntan si jugué antes junto a Rafael (Barros) o si fuimos compañeros en algún equipo, más no fue así porque éramos contra, pero él es un gran jugador que puede leer rápido los partidos y eso ayuda.
Rafael Barros: Primera vez que salgo al igual que Rafinha y también hablé con mi empresario de que quería una oportunidad afuera y cuando se dio esa chance, me recordó que se lo había pedido antes. Gracias a Dios se dio en Blooming donde hay mucho talento. Como él habló (señala a Rafinha) nunca antes jugamos juntos, pero estoy muy feliz con sus palabras porque cuando se juega con gente que sabe es más fácil desenvolverse, como los jugadores de aquí que tienen muchas cualidades, son jugadores de selección y eso hace que asimilemos mejor las cosas que nos dice Platiní. Pero además del talento hay predisposición para aprender y gracias a Dios hoy estamos arriba de la tabla y existe la sensación de que vamos bien, aunque esto recién se ha llegado a la mitad del camino.
¿Qué sensación tuvieron al llegar a Santa Cruz y qué aspectos creen que fueron clave para levantarse tras la derrota ante Destroyers en el primer partido del campeonto?
Rafinha: Tuve una sorpresa cuando llegué al aeropuerto, estaba cansado y jamás me imaginé que hubiera muchas personas esperándome, ¡tomé un susto! (sonríe). El plantel y Santa Cruz me recibieron muy bien. En el primer partido ante Destroyers jugué por el lado izquierdo y luego de aquello hablé con Platiní para decirle que me sentía mejor de enganche, más al medio porque con 27 años no tengo tanta fuerza para llegar por ese lado. Después, en el segundo partido ante San José, me puso de enganche y fue algo muy bueno para mí y para Rafael (Barros) que marcó dos goles y yo conseguí uno. Fue clave no perder la cabeza tras la caída contra Destroyers (1-0) en el debut y ahora digo ‘ojalá que sea como en Brasil, que perdimos el primer partido y luego salimos campeones’ porque esa derrota nos sirvió de aprendizaje.
Rafael Barros: Yo voy a decir algo corto al respecto, que estamos muy felices de haber llegado a Blooming por cómo nos han tratado los hinchas, por el cariño de siempre y porque estamos rodeado de jugadores con mucho talento. Ha sido muy importante no perder la cabeza tras el primer partido porque, además, llegábamos sin amistosos previo, solo jugando con la reserva. Pero nos sirvió de mucho para lo que vino después.
¿Cómo es la exigencia personal durante las prácticas y previo a los partidos?
Rafinha: Cuando voy a entrar a un partido intento siempre hablar con el resto, de que tengamos concentración porque todo el mundo ya sabe lo que tiene que hacer y si uno no está concentrado en el fútbol o en cualquier profesión, todo se viene abajo. Contra Nacional Potosí estábamos 0-0 hasta los 85’ pero luego en dos contraataques tomamos dos goles. Yo creo que si se piensa que es normal perder en la altura no estamos bien, porque el equipo que quiere ser campeón tiene que ganar afuera de casa, no importa si es altura. Hoy Nacional Potosí también ganó puntos afuera y en eso hemos hablado con el técnico, que la gente debe acostumbrarse a ganar. Blooming es grande y no tiene que pensar en perder; nosotros salimos a la cancha diciendo que al rival no lo tenemos que dejar ni respirar porque cuando quieran hacerlo, todos juntos iremos en bloque a no permitirlo. Si al final del primer tiempo no estamos ganando, les aseguro que el rival estará muy cansado. Lo que Platiní nos pide para el grupo es intensidad, porque usted tiene que jugar con intensidad porque con la calidad usted ya nace, además que llegar a ser intenso te obliga cuidarte, a ser un jugador muy profesional. En Brasil no vi el nacimiento de mi hijo, no había libres y hasta estuve siete meses sin mi familia. O hay gente que le hubiera gustado estar bailando por las calles durante el Carnaval, pero esta profesión te exige y la palabra profesional no es solo una palabra, sino que engloba muchas cosas, aspectos que muchas personas ni se imaginan.
Rafael Barros: Ser profesional es muy importante. Por ahí mucha gente piensa que es simple, sobre todo cuando ves los goles o los festejos en la televisión, pero no es así, es bien complicado porque te tienes que exigir día a día. Rafinha decía hace poco lo del Carnaval, aunque nos guste estamos obligados a cuidarnos, porque no solo debemos ser buenos profesionales en la cancha, sino todo el tiempo. Y cuando estemos en el campo tenemos que sudar, tenemos que batallar. En ocasiones seremos criticados, pero lo vamos a entender porque esto es así, en muchas ocasiones, es bien difícil. Lo más importante para uno, es mantener ese profesionalismo.
¿Ven a Blooming como gran protagonista para la segunda ronda del campeonato?
Rafinha: ¡Por supuesto! Cuando comenzó el torneo, era normal las dudas de si íbamos o no a ser protagonistas. Cuando perdimos el primer partido llegué a casa y mi señora me preguntó si estaba triste, le dije que sí, aunque tranquilo, porque si hubiera visto un equipo con muchos inconvenientes, hubiera estado nervioso. Creo que lo que pasó fue un desliz, porque nos estábamos acoplando ya que como comentó antes Rafael, solo hubo un amistoso con la reserva. Sentimos ese impacto, esa inseguridad, además que nos enfrentamos a un equipo como Destroyers que es muy bueno, más allá de la posición en que hoy está.
Rafael Barros: ¿De ser protagonistas? Sin duda, muchos hinchas hoy están entusiasmados con Blooming y no es solo por los brasileños o porque se cite a Rafinha o a Barros, es porque Blooming tiene un buen grupo. Si la gente ve lo que pasa en el campo, se nota que hay entendimiento, conversación, todos jalando hacia el mismo lado, no existe división y eso creo que es muy importante. Conseguir un título jamás va a ser fácil, pero creo que sería más difícil si no tuviéramos el apoyo de la gente, que ha sido fundamental en cada uno de los partidos. Para nosotros, todo ha sido rápido, pero gracias a Dios han ido llegando victorias importantes, y en la segunda rueda creo que podemos seguir así. Es muy importante que con Nacional nos tocará acá y será un partido decisivo. Debemos seguir firmes hasta el final si es que queremos conseguir títulos. Ha sido una primera fase complicada, independientemente del lugar en la tabla de cada adversario; hay que entrenarse más para seguir el mismo camino.
¿Cómo les ha ido con la altura en un torneo donde se sube y se baja de partido a partido?
Rafinha: Al comienzo sentí que la cancha estaba muy alta, me sentí mal, la falta de aire y esas cosas, pero traté de estar tranquilo. Cuando estábamos concentrados sufrí más por el cuarto cerrado, pero cuando fuimos yendo para la cancha, mejoré y terminé bien. Puedo decir que con el tema de la altura me adapto rápido.
Rafael Barros: Yo particularmente he tenido dificultades. Estando en el avión sentí mucho dolor de cabeza y falta de aire. Felizmente no logré jugar, en cambio Rafinha se adaptó rápido y fue todo más tranquilo. Estoy cuidando ese tema para que cuando nos toque jugar en la altura esté todo mejor para ayudar a Blooming.
¿Cómo han logrado una buena conexión si no jugaron juntos antes?
Rafinha: Hablando de delanteros Rafael (Barros) es rápido, bueno y finaliza muy bien. Cuando juego con un delantero que es más de área, tengo alguna dificultad porque mi juego es más de tocar la pelota, ir hacia adelante buscando siempre el espacio vacío, y siento que Rafael piensa junto conmigo. Cuando Rafael corre, es porque sabe que se la voy a dar, me da mucha confianza porque sé que si está solo contra un central lo va a pasar y lo mismo sucederá ante un arquero como en el último juego ante Wilstermann. El arquero ni se imaginaba que Rafael lo iba a driblar, entonces su juego me facilita muchas cosas porque es muy inteligente. Uno se preguntará cómo dos personas sin conocerse afuera, pueden conocerse tan bien en la cancha, pero es porque sé que Rafael es muy capaz, tiene calidad. Lleva seis goles y podía tener más si no fuera tan m… (carcajada) de no jugar en la altura.
Rafael Barros: Como él habló ahora, el pensamiento tiene que ser rápido, si él pensó, yo ya pensé y la pelota tiene que ser el nexo, eso facilita bastante. No tenemos la dificultad de la velocidad; puedo decir sin temor a equivocarme que existe un enlace con Rafinha. Yo llevo seis goles y los seis prácticamente fueron pases de él, incluyendo el último que cuando me dio la pelota me saqué al zaguero y al arquero y pude continuar hacia adelante para celebrar.
¿Cómo fue ganarle a Oriente en el primer clásico cruceño que jugaban?
Rafinha: Muy bueno, al inicio con mucha ansiedad, no por la cantidad de personas que había en las tribunas porque ya jugué partidos similares, sino por cómo se vive este partido en Santa Cruz. ¡Mucha gente nos había hablado del clásico! Que podemos perder otro partido, menos este, y yo les dije que en realidad no podemos perder ningún partido. Cuando nos expulsaron a mi compañero (Óscar Velásquez por golpe a Mario Cuéllar) ahí dije que se nos iba a complicar, pero gracias a Dios terminó a nuestro favor. La jugada la iniciamos con Gabriel Ríos y cuando este logró que la pelota fuera larga, fui y encimé al defensor. Por un costado ya había visto que Paúl (Arano) había cruzado y consigo darle la pelota. Cuando marcó fue una locura, por Dios, una locura. Tras ese partido quedamos con mucha confianza, con mucha felicidad por lo vivido.
Rafael Barros: Primero que fue muy bueno ganar nuestro primer clásico. Con certeza les digo que hacía meses que se venía hablando de este partido y ganar fue muy importante para nosotros como grupo. Gracias a Dios que se consiguió hacer un buen juego que se coronó con el gol de Paúl (Arano). Esos tres puntos nos impulsaron bastante porque se trataba de un gran rival que también tiene muchas chances de pelear.
Cuando alguien se destaca suelen preguntar para ficharlos, ¿pasa en estos momentos con ustedes?
Rafinha: Cuando un equipo está jugando bien y usted también, es normal que aparezcan algunas propuestas, de Bolivia y de otros países. Creo que ya aparecieron algunas cosas, aunque es mi empresario el que ve todo eso. Yo quiero quedarme en Blooming, renovar y creo que Rafael también y lo hemos conversado con mi empresario, pero dependerá del acuerdo al que llegue con el directorio. Lo que hoy puedo asegurar es que quiero quedarme en Blooming, terminar aquí y después veremos.
Rafael Barros: Las propuestas siempre llegan, más aún en una fase como esta. Mi empresario está viendo esta situación que seguramente se definirá al final del campeonato. Dependerá de eso si me quedo hasta fin de año o hasta medio año. En lo único que ahora mismo estoy pensando es en hacer más goles para conquistar la mayor cantidad de victorias en Blooming. Mi realidad hoy es este equipo y quiero seguir creciendo para bien de todos
Hicieron una apuesta con el presidente Juan Jordán si es que se logra el objetivo. ¿En qué consiste aquello? Rafinha: Le dije al presidente (Juan Jordán) que hagamos una apuesta, que si salimos campeones él se va a tatuar en su brazo el nombre de Rafinha. Si lo logramos ese mismo día voy a llamar a los medios y a los hinchas para que vengan, se saquen fotos y registren el momento (sonríe). Se lo tiene que hacer, no tiene que poner excusas si es que lo logramos.
Rafael Barros: No, yo no hice ninguna apuesta.
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