La Policía dividió el distrito en seis partes donde hay patrullas asignadas y listas para actuar y llegar a tiempo. Los vecinos piden que sea aplicado a más barrios. El Plan Tres Mil quiere convertirse en un municipio autónomo y abre el debate
Al conmemorar 36 años de fundación, el populoso distrito 8, más conocido como Plan Tres Mil, tiene muchos motivos para festejar, siendo algunos de ellos las nuevas obras que vienen ejecutando el gobierno municipal y el Gobierno nacional, que le están cambiando el rostro al distrito, pero, sobre todo, el éxito que está obteniendo el plan de seguridad ciudadana implementado desde julio del año pasado por la Policía Departamental, que ha logrado frenar a las pandillas y disminuir los índices delictivos.
Esta ciudadela, que es una de las más pobladas de la capital cruceña, aún no pierde la esperanza de convertirse en un municipio autónomo, con la potestad de elegir a sus propias autoridades y administrar sus recursos.
Desde su masiva ocupación con las familias afectadas por la riada del Piraí, del 18 de marzo de 1983, el Plan Tres Mil, fue estigmatizado por la presencia de pandillas y otros grupos de malvivientes que no dejaban pegar ojo a los ciudadanos que, al vivir en precarias viviendas, en su mayoría sin bardas para protegerse, eran víctimas de la violencia y de los robos, llegando incluso a encerrarse a tempranas horas de la noche para evitar ser víctimas.
Durante más de tres décadas y a pesar de varias comisarías policiales, el acecho de estos grupos irregulares no menguaba, hasta que el año pasado, en julio, el Comando Departamental de la Policía puso en marcha el Plan Cuadrante, mediante el cual fueron asignados vehículos patrulleros para vigilar los barrios.
El subcomandante de la Policía del D-8, Víctor Hugo Cárdenas Frías, explicó que se trata de un plan piloto a escala nacional que cuenta con la cooperación de la Policía de Colombia y de la comuna cruceña, con la cooperación de las juntas vecinales.
“Los resultados saltan a la vista, desde julio de 2018 hasta hoy se notan importantes cambios, las calles se han tornado más seguras, lo cual ha devuelto la confianza a los vecinos que cooperan estrechamente con la Policía”, refirió Cárdenas.
Pero, el subalcalde, Jesús Álvarez, ve que aún falta más control de seguridad, pues deben incrementar los equipos y la cantidad de policías para patrullar.
“Para ayudar a este plan, desde abril, esperamos que funcionen las ‘alarmas vecinales’, las cuales serán redes de personas que están conectadas mediante teléfonos celulares para alertar cuando vean que se está cometiendo un delito”, adelantó Álvarez.
Aplicación
Según el jefe policial, el Plan Cuadrante llegó para quedarse en el D-8. Consiste en la división del distrito en seis zonas donde se despliegan los patrulleros que, en dos turnos, no cesan en vigilar a los grupos irregulares.
Los vecinos conocen el número de celular del agente encargado de patrullar su zona, por ello, en cuanto hay algo sospechoso llaman y de inmediato hay auxilio de todos los uniformados que están cerca.
Asimismo, si hay un brote de violencia se hacen operativos simultáneos en las seis zonas, con ello no permiten que los antisociales se escabullen o jueguen al gato y al ratón con los policías.
Como suele suceder en la institución del orden, cada año se hace cambio de los comandantes y jefes, para ello los nuevos deben ser instruidos en este plan, como se está realizando en esta semana. “Los pandilleros ya no asolan las calles del Plan Tres Mil, para Carnaval hubo intentos de reorganización, pero hemos actuado a tiempo y se los frenó. Pero estos sujetos siempre están al acecho en las fiestas populares, donde también son vigilados”, añadió la autoridad policial.
En esta tarea también participan los uniformados de las comisarías y de la Estación Policial Integral (EPI), que organizan las brigadas escolares y las brigadas vecinales que aseguran el éxito del plan de control.
“Este plan, al no tener fin, se transforma, ahora estamos ingresando al modelo de patrullaje vecinal por cuadrante, después veremos, según la necesidad, cómo nos reinventamos”, indicó Cárdenas.
Vecinos que durante muchos años han luchado porque el D-8 sea un sitio seguro, como Asunta Paco, consideran que este tipo de operativos devuelven la tranquilidad a la zona.
De igual manera, varios vecinos de los barrios Suárez, 30 de Agosto y Juana Azurduy, esperan que estos controles de seguridad lleguen a sus zonas, las cuales, por estar cerca del cañaveral de San Aurelio, son azotadas por los malvivientes.
Infraestructura
Aunque sigue en poder de la Policía el predio situado en la avenida Principal, cerca de la rotonda del Plan Tres Mil, donde estaban las oficinas del comandante del distrito, la atención ha mejorado en el edificio de la EPI, a pocas cuadras de la Ciudad de la Alegría, el cual fue entregado en septiembre de 2017, por el alcalde Percy Fernández.
Las instalaciones no solo albergan a la Policía, también hay oficinas para los fiscales asignados, por lo que todos los trámites se hacen con mayor rapidez.
De igual manera, en septiembre del año pasado fue inaugurada la casa judicial, la misma que está en la manzana principal del Plan Tres Mil, donde está la plaza Andrés Ibáñez, más conocida como El Mechero; además del templo católico construido por la Fundación Hombres Nuevos, y la Subalcaldía del D-8.
“El edificio de la EPI ha mejorado la imagen de la zona, tenemos un canal de televisión (Full TV), dos módulos educativos; además de las instalaciones de la Ciudad de la Alegría y más allá las salas velatorias y el antiguo cementerio de Palmar Viruez que ha quedado como nuevo”, refirió Luisa Marca, vecina del lugar.
Municipio autónomo
Durante los festejos por los 36 años de fundación del Plan, que se realizaron por adelantado, los vecinos y dirigentes de la zona reavivaron la aspiración de ver convertido a este distrito en un municipio autónomo, con potestad para elegir a sus autoridades y manejar sus propios recursos económicos.
Según datos de 2012 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la ciudadela contaba con 206.728 habitantes, de los cuales el 72% era nacido en la capital cruceña, el 27% provenía del interior del país y el 1%, había llegado del extranjero. No obstante, los dirigentes aseguran que el número de habitantes en el Plan supera las 380.000 personas (la Villa Primero de Mayo, otro distrito populoso, tendría 138.000), los que están distribuidos en más de 150 barrios.
Fuente : El Deber
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