El empresario privado considera que los distintos niveles de incrementos salariales no le hacen bien al país y expone a los empleos existentes cuando la demanda por nuevas plazas año es de 180.000 fuentes laborales
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) planteó este lunes que el incremento salarial para los trabajadores asalariados del país tenga como tope el 2% para que el trabajador recupere la perdida adquisitiva que deviene de la inflación que en 2018 se cifra en 1.5%, informó este lunes su presidente, el cruceño Luis Barbery.
“Nosotros hemos planteado alrededor del 2%; la inflación es del 1,5%, esa es la verdadera pérdida del poder adquisitivo de los salarios. No estamos con una economía como para irnos mucho más allá de eso, creemos que con un 2% se está más que devolviendo el poder adquisitivo de los salarios que muy justamente se deben devolver”, explicó durante una conferencia de prensa.
El dirigente de los privados se reunió con el presidente Evo Morales para abordar asuntos vinculados con el sector, entre ellos la producción de soya con biotecnología para el biodiesel.
Barbery mencionó que la "sustentabilidad" de las empresas “equivale” a los empleos y no puede ser "comprometida". "Creemos que debemos más bien promover la generación de empleos que son más de 180.000 nuevos empleos que son necesarios cada año para cobijar a la nueva camada, al nuevo mercado laboral", sostuvo.
“Si con estas medidas, yo la llamo espejismo, vamos a continuar seguramente, no vamos a poder responder a esos 180.000 nuevos plazas de trabajo que necesitamos y podríamos comprometer las existentes”, indicó.
En la cita en la Casa Grande del Pueblo, los empresariados privados y el presidente Morales abordaron además diversos temas como las alianzas público-privadas para el uso del Etanol, el biodiesel, entre otros, así como la aplicación del uso de pesticidas para la producción de transgénicos.
La segunda semana de este mes, el secretario ejecutivo Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, informó que el ente matriz considera necesario un incremento al haber básico de 5,5% y al Salario Mínimo Nacional (SMN) de un 3%.
Aunque Barbery reconoció que no llegaron a tocar ese punto a plenitud, así como el beneficio del doble aguinaldo, indicó que estas medidas “salariales están poniendo en riesgo” a las empresas.
Recordó que los registros del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no es la mejor referencia para que una empresa “califique” para cumplir con los pagos del doble aguinaldo.
“La práctica nos dice que las empresas grandes han tenido que endeudarse para poder cubrir con ese compromiso y las empresas pequeñas están sufriendo y muchas están en riesgo de no cumplir con la fecha del 31 de marzo. Ese tema, en detalle, no lo hemos tratado”, apuntó.
No obstante, remarcó que “el sector privado no está de acuerdo” con el pago del segundo beneficio de fin de año.
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