Guillermo Álvaro Peña, en una entrevista que recorre parte de su salida de Wilster y de lo que pretende como entrenador de aquí a futuro. Estuvo por Inglaterra compartiendo con Bielsa, Pellegrini y Guardiola. Puro figuras.
De momento la mirada del técnico nacional Guillermo Álvaro Peña está centrada en capacitarse. Ha optado por reciclarse tras una temporada agitada en la que ganó un título con Wilster (Apertura 2018) y lo hizo nada menos que viajando a Europa donde vio el accionar del Atlético de Madrid y visitó a los reconocidos entrenadores Marcelo Bielsa (Leeds United), Manuel Pellegrini (West Ham United) y Joseph Guardiola (Manchester City).
¿Cómo te nace la idea?
Después de que salimos campeones con Wilstermann se me metió la idea de que debía viajar sí o sí. Me puse en contacto con Rubén Cousillas que es el asistente de Manuel Pellegrini, luego con Marcelo Bielsa al que me une una amistad y emprendí viaje el 19 de diciembre, el mismo día en que acabó el torneo. Bielsa me dijo que escogí una fecha que no era buena porque juegan muchos partidos seguidos lo que obliga a que los trabajos sean en espacios reducidos. Pero en realidad era lo que quería observar.
Te vino bien entonces...
Sin dudas y la verdad que uno va observando cada detalle. En lo que estamos lejos es en la infraestructura que tienen y en la calidad de jugadores que disponen, todos ya perfeccionados. Después, como te dije, sus instalaciones deportivas son impresionantes, nos sacan 100 años tranquilamente, nos arrasan.
Dirigiste en la Libertadores y en la Sudamericana donde fuiste eliminado por penales, ¿te encontraste alguna respuesta?
Nuestra historia dice que solo fuimos a tres mundiales, dos por invitación (1930-50) y uno por mérito propio (1994), y que además ganamos una Copa América (1963) y en la otra llegamos a la final (1997). Y si saltamos a la Copa Libertadores y a la Sudamericana también nos vamos a dar cuenta que nuestra participación es opaca. Después que quedamos eliminados con Wilster de ambos torneos por penales, me aboqué a ver cómo podíamos mejorar en el trabajo para evitar llegar a esta instancia en los futuros equipos que dirija. Busqué respuesta y fue por eso que me metí en la cabeza de viajar, de que quería ver a Bielsa y a Pellegrini y si se daba a Guardiola más.
Y lograste estar con los tres...
El trabajo de los tres es espectacular, con mucha velocidad, que se afianza por la infraestructura con la que cuentan, con esas canchas que son espectaculares. Es que si tenés una cancha lenta, que te come las piernas, la pelota no correrá mucho. Pero si tenés una más rápida como la del Tahuichi, habrá más opción de un juego vistoso. Es muy importante tocar hacia el frente, pero depende también mucho de cómo la promulgue el DT esa idea de jugar veloz.
¿Y en cuanto al sistema?
Nosotros implementamos de Guardiola el sistema de dos punteros, un nueve y uno más retrasado, con dos volantes de contención y cuatro hombres atrás. Es un sistema que ví y que estudié desde mi época en el Dínamo de Kiev y que también han perfeccionado Bielsa y el mismo Pellegrini. Lo quise hacer en 2004 cuando llegué a Oriente, pero no me dio resultado por lo que optamos por un 4-4-2. Me gusta que mis equipos tengan un nueve bien definido y un 10 como debe ser, talentoso, creativo. Los laterales deben salir mucho y de los centrales uno tiene que ser más veloz y el otro más de salida. Mis volantes de contención uno tiene que ser más de marca y el otro más de generar fútbol.
En el City además de Guardiola te encontraste con Fernandinho, que lo conociste antes...
Luego de que la práctica acabó, venía riendo Fernandinho, el que también es volante de la selección brasileña. Viene de una recuperación y había comenzado a hacer fútbol para jugar este último partido con el Liverpool. Nos conocimos en 2007 cuando yo trabajaba en el Dínamo y él jugaba en el Shakhtar Donest de Ucrania, siendo compañero de Marcelo Martins. Entablamos confianza en el bus que lleva a los jugadores hasta sus departamentos. Él fue quien después nos tomó la foto con Guardiola, un buen amigo.
¿Cómo te recibió ‘Pep’?
Creo que entre quienes hemos sido jugadores y ahora entrenadores buscamos siempre la manera de darnos la mano, mucho más ellos que lo han ganado todo y que siguen siendo personas muy humildes. A ‘Pep’ (Guardiola) le comenté que había jugado el Mundial del 94, él me dijo ‘yo también’ y a partir de ahí todo fluyó. Le recordé que intercambié camiseta con Luis Enrique y que nos enfrentamos en el segundo partido del torneo. Me atendió de mil maravillas, me dijo que esa era mi casa, que viniera cuando yo hubiera dispuesto que como exjugador siempre trata de ayudar. El futbolista, por lo general, no es egoista, más allá de que sean personas que lo han ganado todo, te tienden la mano.
¿Harías lo mismo?
Yo tengo una anécdota que pocos la saben. Una vez, Richard Rojas en el inicio de una pretemporada me pidió permiso para mirar los entrenamientos. Poco después se quedó trabajando con nosotros y hoy forma parte de mi cuerpo técnico. Son cosas que uno va viendo, cómo es la persona, cómo es su trabajo y después uno evalúa. Mirá vos que Guardiola venía de perder, uno no sabe qué cosas se le pasará por la cabeza en ese momento, pero hablamos bien.
¿Qué tal sus canchas?
Espectaculares. Allá por equipos tienen entre ocho y nueve de primer nivel, y acá, hablemos solo de los equipos grandes, no pueden tener una sola que sea de calidad, que sea la que marque los entrenamientos para realizar un buen fútbol. Si esto sigue así, vamos a progresar poco, creo que el fútbol bonito o lindo, se juega siempre en cancha rápida.
Es un problema viejo...
Sí, porque se trata de inversión y piensan que esa inversión es mal gastada y en realidad no lo es porque las canchas de entrenamientos son las que terminan marcando un partido de fútbol.
¿Cómo está tu panorama, vas a dirigir a corto tiempo?
Por ahora estoy en la etapa de capacitarme, de adquirir aún más conocimientos, leyendo libros de Johan Cruyff, del mismo Guardiola, de Bielsa. Lo mío no pasa por asegurarme un contrato solo por tener trabajo, no, creo que hay que ir más allá, apostar porque las instituciones crezcan teniendo una cancha en condiciones para un mejor fútbol.
¿Qué conclusiones te deja tu paso por Wilstermann?
A Wilster llegamos por 35 días y en ese lapso jugamos con Oriente, Vasco da Gama al que le ganamos por 4-0 y luego quedamos fuera de la Libertadores y la Sudamericana por penales, sin que nos pasaran por encima. Entonces me deja un balance positivo a pesar que no avanzamos de fase. Uno se pone a analizar y ratifica lo que cree, que quiero que el fútbol boliviano mejore y que voy a trabajar para eso, y a los dirigentes que no les gusta es porque no aman el fútbol. Voy a pelear hasta lo último por las condiciones para el jugador.
¿Eso incluye buenas canchas para las prácticas?
La cancha hace mucho. En Cochabamba siempre hablábamos de buen fútbol, pero para cuidar la que teníamos, había que irse a Sacaba. Ví que no era prioridad para ellos (dirigentes). En ese sentido me quedo un poco triste porque un equipo que fue campeón, que va a recibir una buena suma de dinero, no priorice una parte para su infraestructura.
¿Qué hace falta?
Decidir. Por momentos siento que permanecemos en una misma etapa, que no progresamos. En el Dínamo conversamos alguna vez con Jhasmani Campos y Diego Suárez que estuvieron por allá de la importancia de tener condiciones para el trabajo diario porque estábamos sorprendidos de que el club donde estaban, tenían dos canchas de primer nivel y seis más para otro tipo de trabajo. Entonces uno se pregunta ¿qué pasa acá? Si allá mantienen ocho, por qué aquí no puede haber tan solo una. En muchas ocasiones es porque no hay empeño y si todo sigue así vamos a seguir mal.
Urge mejorar...
Hay muchos que trabajan en España, en Europa que luego se vienen a enseñar lo que ellos se imaginaron allá, pero les resulta difícil, por infraestructura y porque muchos de ellos no han sido ni siquiera jugadores de fútbol. Y ojo que tienen licencia. Me podrán decir que Mourinho o Rafa Benítez tampoco fueron jugadores, pero ellos hoy manejan un Roll Royce o un Lamborghini. Denle un Fiat, en el primer cambio de caja que hagan se van a quedar.
¿De Bielsa qué te trajiste?
Es un trabajador, un metódico, una persona que busca la perfección. Si ordena un trabajo y no sale, lo repite hasta 100 veces si es necesario hasta encontrar lo que quiere. Guardiola tiene una forma de trabajar más con la pelota, juega con off side en espacio reducido, estando siempre al límite y el jugador se termina acostumbrando.
¿Y de Pellegrini?
Hace mucho espacio reducido, uno, dos, tres toques. Pero también trabaja bastante en la pelota parada, sobre todo en esta etapa donde hay una seguidilla de partidos. El otro día me dijo: ‘¿Viste que el Everton ganó por 5-1 y viste cómo fueron los goles?’ En realidad todos habían sido con pelota parada. Ese es un aspecto en el que también tenemos que trabajar.
Estás obligado a evaluarte...
Uno siempre debe estar mirando cuáles son sus virtudes, sus defectos, analizarlos, verlos. Definir su criterio de cómo juega su equipo, el rival, cómo bloquearlos, por dónde les puedo sacar ventaja. Seguramente tu rival también te estudia y cuando eso sucede, lo que prevalece es la habilidad, la picardía y la inteligencia del jugador. El fútbol es así.
¿Ellos tienen todo para poder evaluar a cada rival?
Todo. Yo tenía un español que era el que me pasaba la información de cómo teníamos que analizar los partidos. Nos ayudó mucho para ganar el campeonato con Wilster, pese a que teníamos varios lesionados que al final jugaron como Alex, Ríos, Gilbert Álvarez que jugó contracturado, Díaz o Vaca que no eran titulares, logramos el título ayudados por esa información. Cuando uno hace un trabajo generalizado, sin prioridades, el equipo funciona. Quedó muy claro.
Hoy sos un técnico campeón que no tiene equipo...
Sí, lo soy, pero me siento orgulloso. Algo que me queda es que si no seguí en Wilster no fue por incapacidad, sino por reclamar algo importante para nuestro fútbol. Pese a ello, igual pienso que si un técnico no pelea por las cosas positivas para nuestro fútbol, no es un buen profesional. Al final de cuentas lo que se logre es en beneficio para todos, la vida nuestra es corta y mi fin es lograr que los equipos cuenten con las condiciones para los jugadores; como se debe.
¿Qué tipo de técnico es Guillermo Álvaro Peña?
Me considero un técnico que defiende el buen fútbol y que maneja la filosofía de hablar mucho, de que el jugador asuma su responsabilidad cuando tenga que hacerlo. Con Wilster logramos un buen fútbol, de ataque, vertical, esa es la primera premisa que tengo. Y de todos los técnicos que veo, rescato lo mejor para aprenderlo.
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