En la víspera, una multitud de amigos, vecinos y familiares le dieron el último adiós mientras pedían justicia en el campo santo de Riberalta.
Suleydi Estívariz, la mujer de 56 años que murió durante la jornada del paro cívico nacional convocada por opositores al Gobierno, fue sepultada este sábado en medio de muestras de dolor y pedidos de justicia de la población de Riberalta, capital de la provincia Vaca Díez, al norte del Beni.
"Se debe dar con los responsables de esta muerte, los cívicos, pedimos justicia", manifestó durante el entierro su esposo, Ademar Siviora Siviora, quien culpó de la tragedia a los dirigentes del Comité Cívico de Riberalta, quienes junto a grupos de choque obligaron a cerrar negocios y comercios durante la jornada del 6 de diciembre.
Estívariz se dedicaba al comercio minorista y su muerte fue cuando defendió a otro vendedor que era golpeado por grupos apoyaban el paro y, en esas circunstancias, fue objeto de agresiones y por empellones cayó al suelo, se golpeó la cabeza y murió, según el relato de su sobrino, Ronald Takaná.
En la víspera, una multitud de amigos, vecinos y familiares le dieron el último adiós mientras pedían justicia en el campo santo de Riberalta.
El presidente Evo Morales pidió a las autoridades judiciales tomar acciones en contra de los responsables de esa muerte.
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