Investigadores chinos trabajan en la construcción de una máquina que generará mucha más electricidad que la necesaria para probar armas en entornos extremos y estudiar la energía nuclear.
China desarrolla su propia versión de la llamada máquina Z del Laboratorio Nacional Sandia en Albuquerque (Nuevo México, EE.UU.), considerada el generador de rayos X más grande del mundo para observar el comportamiento de las partículas en condiciones extremas de radiación y presión magnética.
Este tipo de máquinas pueden ser utilizadas para crear armas nucleares, desde ojivas hasta bombas de hidrógeno. Ahora los expertos militares chinos tratan de quitarles la primacía a los estadounidenses en ese campo y están construyendo un dispositivo que liberará mucha más electricidad que la máquina Z, a fin de simular explosiones termonucleares a una escala sin precedentes, indica South China Morning Post.
En solo un instante, la máquina china podrá generar 60 millones de joules de energía, mientras la instalación estadounidense en Albuquerque es capaz de generar 2,7 millones de joules. La instalación podría ayudar a los investigadores a estudiar el comportamiento de nuevos modelos de ojivas y otras armas bajo condiciones tan extremas.
Un físico nuclear de Pekín comentó al citado medio que con tanta energía los especialistas chinos podrán "calentar el blanco hasta más de 100 millones de grados centígrados", mientras que un profesor asociado del Instituto de Ciencia y Tecnología Nuclear de la Universidad de Sichuan en Chengdu, Liu Bo, sostuvo que la máquina Z china podría ser lo suficientemente potente como para "iniciar la fusión".
El aparato está siendo construido por encargo de la Defensa china en una base nuclear ubicada en la ciudad de Mianyang, provincia de Sichuan. A cargo de las obras está la Academia China de Física de Ingeniería (CAEP, por sus siglas en inglés), y se prevé que sea operacional en los próximos años, según fuentes del periódico.
La máquina Z china podrá ser utilizada no solo para el desarrollo de armas de destrucción masiva, sino también para la creación de tecnologías que permitan aprovechar una energía limpia en cantidades prácticamente ilimitadas, detalló Liu Bo.
Carrera armamentista
En mayo, el periódico China Youth Daily reportó que la Academia China de Física de Ingeniería busca ganar a EE.UU. en el desarrollo de armas nucleares y que, incluso, 'Superar a EE.UU.' se convirtió en el lema de los científicos chinos que trabajan en instalaciones altamente secretas.
El físico nuclear Zou Xiaobing, que estudió el funcionamiento de la máquina Z en la Universidad Tsinghua, confirmó a South China Morning Post que el Gobierno brinda un gran apoyo financiero a las investigaciones en el ámbito nuclear.
El 3 de diciembre, el presidente de EE.UU., Donald Trump, tachó de "incontrolable carrera armamentista" la actual situación en torno al desarrollo de nuevas armas y lamentó que los Gobiernos tengan que hacer enormes inversiones en presupuestos militares.
"Estoy convencido de que en algún momento, en el futuro, el presidente Xi y yo, junto con el presidente Putin, de Rusia, comenzaremos a hablar sobre un cese significativo de lo que se ha convertido en una gran e incontrolable carrera armamentista. Este año, EE.UU. gastó 716.000 millones de dólares [presupuesto militar aprobado en junio]. ¡Qué locura!", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Si bien Rusia aplaudió la iniciativa, Pekín se distanció de la afirmación del mandatario estadounidense. "Nunca hemos tomado parte en ningún tipo de carrera armamentista y no constituimos una amenaza para ningún país", afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Geng Shuang.
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