Legalización de algunas drogas, un eventual desarme de grandes bandas criminales y la creación de una Guardia Nacional.
Estas son algunas de las propuestas del plan para combatir la violencia y pacificar a México que aplicará el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a partir de este 1 de diciembre.
La estrategia, llamada Plan Nacional de Paz y Seguridad, se presentó este miércoles.
Contiene ocho puntos, algunos considerados polémicos, como mantener a los militares en funciones policiales o establecer una Constitución moral para "regenerar la ética de la sociedad".
En general se trata de un programa distinto al aplicado en los últimos gobiernos, que se basó en el combate policial y militar a la inseguridad.
El planteamiento del presidente electo va por otro camino, pues uno de los ejes centrales es la prevención de los delitos y atender las causas de la inseguridad.
“No se puede enfrentar la violencia con la violencia”, dijo López Obrador en la presentación del plan.
“No se puede apagar el fuego con el fuego. No se puede enfrentar el mal con el mal”.
El programa de pacificación se presenta en momentos que el país vive la mayor ola de violencia e inseguridad desde la Revolución Mexicana (1910-1915), señaló Alfonso Durazo, propuesto como secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Según especialistas como Alejandro Hope, el índice de homicidios violentos sigue en crecimiento.
De mantenerse la tendencia, señala a BBC Mundo, este 2018 puede concluir con más de 154.000 asesinatos.
BBC Mundo te presenta cinco claves del plan de AMLO para pacificar al país.
1. Amnistía y desarme de carteles
De acuerdo con Alfonso Durazo, quien presentó el Plan de seguridad, la estrategia de endurecer leyes y desplegar miles de soldados, marinos y policías, como se realiza desde hace doce años, no ha funcionado.
De hecho algunas corporaciones policiales se convirtieron en parte de la delincuencia, un elemento que profundizó la inseguridad.
Esto es evidente en el combate a los grandes carteles de narcotráfico. El enfoque militar no los afectó e incluso algunos se fortalecieron.
En este escenario “resulta imperativo hacer un alto para emprender un proceso de pacificación con las organizaciones delictivas”, señala Durazo.
La idea es promover leyes especiales “para poner fin a las confrontaciones armadas, posibilitar el desarme y la entrega de los infractores”.
Los derechos de quienes acepten la propuesta serán respetados e incluso se pretende ofrecer reducciones de pena por los delitos cometidos.
Algo importante en esta parte del Plan de seguridad es la posibilidad de “amnistías condicionadas al perdón de personas y colectividades que hayan sido afectadas”.
En el fondo se trata de un proceso de justicia transicional similar al que se aplica en países con situación de guerra o donde se cometieron delitos de lesa humanidad.
Estas acciones comprenden sobre todo justicia para las víctimas, reparar los daños que hayan sufrido y garantías de que no se repetirán.
2. Drogas legales
Otro de los ejes en la estrategia para pacificar el país es cambiar las políticas públicas hacia el consumo de drogas.
Hasta ahora la experiencia de México es que mantener la prohibición total es una de las razones del crecimiento de la violencia.
Así, el Plan de Seguridad de AMLO propone un ambicioso programa de apoyo a quienes ya padecen alguna adicción.
En la misma ruta se encuentra el plan de legalizar el cultivo de marihuana con fines lúdicos y medicinales.
De hecho, hace unos días la senadora Olga Sánchez Cordero presentó una propuesta en ese sentido, la cual es analizada en el Senado.
Durazo insiste en que la legalización es una parte de la estrategia.
“Aunque no sea suficiente la regulación de algunas drogas prohibidas, permitiría poner fin a uno de los motores centrales de la violencia e inseguridad”.
Esta propuesta provoca controversia. La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), por ejemplo, advierte que puede ser contraproducente.
“México no necesita más drogas sino mejorar considerablemente la educación, garantizar más y mejores espacios para el deporte, el arte y la cultura”, dice la organización.
3. Guardia Nacional
Durante la campaña electoral, López Obrador dijo varias veces que, de ganar la contienda, retiraría a los militares de las tareas de seguridad pública que realizan.
Pero como presidente electo renunció al proyecto. “La verdad hay mucha descomposición en los cuerpos policiales”, dijo.
Los militares, entonces, seguirán en las calles pero con el respaldo legal que no tienen: según la Constitución la tarea de las fuerzas armadas es proteger la soberanía nacional.
Las funciones de policía que ahora realizan se justifican con un ordenamiento del presidente de la República.
La propuesta de AMLO es crear una Guardia Nacional, integrada por 50.000 elementos de las policías militar, naval y federal.
López Obrador tendrá el mando de esa nueva corporación que se desplegará en todo el país.
Además, se dividirá al territorio en 266 regiones, donde se aplicarán planes específicos de seguridad de acuerdo con las condiciones de inseguridad en cada una.
La función principal de protección será de la Guardia Nacional.
4. Combate a la corrupción
Según el equipo del presidente electo, una de las razones principales en el crecimiento de la inseguridad es la corrupción.
Esto se nota en el tráfico de drogas. En México existen algunos de los carteles más poderosos y violentos del mundo, según especialistas.
"El tamaño de las organizaciones criminales sólo puede entenderse con la corrupción en oficinas públicas, especialmente las instituciones de combate a la criminalidad”, señala Alfonso Durazo.
Entre las propuestas para erradicar el problema se incluye modificar las leyes para que este delito sea considerado como grave, y que quienes lo cometan no tengan derecho a enfrentar el proceso en libertad.
Otra de las acciones en el Plan de seguridad de AMLO es volver obligatoria la entrega de una declaración patrimonial, fiscal y de conflictos de interés para todos los funcionarios públicos.
También se eliminará el fuero o protección a quienes ocupen altos cargos en el gobierno, así como un incremento sustancial en el sueldo de fiscales y policías.
“Suprimir prácticas corruptas tendrá, por sí mismo, un efecto positivo en la reducción de los índices delictivos”, afirma Durazo.
5. Impunidad, desaparecidos y derechos humanos
En México existen más de 37.000 personas desaparecidas, según datos de la Secretaría de Gobernación. La mayor parte de los casos permanece impune.
El tema es central en el Plan de seguridad del presidente electo: erradicar la inseguridad contempla promover el respeto a los derechos humanos, dice AMLO.
Una de las propuestas es calificar como delito el incumplimiento de las recomendaciones que emite la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a las autoridades.
También se contempla un programa para regular el uso de la fuerza pública, especialmente entre los militares.
Y castigar los casos de tortura o desaparición forzada, uno de los temas donde existen más señalamientos de organismos internacionales hacia el gobierno mexicano.
Terminar con esta práctica será orden presidencial, advierte López Obrador.
“El próximo presidente de la República nunca va a dar la orden de que el Ejército, la Marina o corporaciones policíacas se utilicen para reprimir al pueblo de México”.
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