A Reynaldo Pacheco muchos lo recordarán por el excelente papel que interpretó en la película americana “Our Brand is Crisis” junto a Sandra Bullock, dirigida por David Gordon Green y producida por George Clooney. Fue, desde las palabras del actor, el papel que más le gustó interpretar. Desde aquella participación, Pacheco se ha posesionado como uno de los actores de cine más prometedores y exitosos del país.
Actualmente, el joven actor boliviano, creador de la HAPA, radica en Los Ángeles y desde allí nos pudo contar acerca de sus experiencias y proyectos en el mundo cinematográfico.
-¿Cuándo descubriste que la actuación era lo tuyo?
-Yo creo que mis primeros pasos como actor fueron en casa de los abuelos, cuando de muy niño movía los muebles de la familia y siempre me imaginaba situaciones e historias que las compartía con mis padres. Descubrí el teatro un poco tarde, a los 14 años, en el colegio La Salle, con el director Franz Conchari, y el momento que pisé las tablas y sentí el cambio energético con toda la audiencia sabía que aquello era algo para mí.
Primero quería ser trapecista. Recuerdo que una vez mi papá me llevó al circo y yo salí de allí llorando porque quería quedarme y ser parte del circo. Entonces cada vez que había una función o llegaban nuevos circos recuerdo que lloraba porque deseaba ir y ser parte del espectáculo. Después quería ser astronauta y obviamente, como era imposible, ya cuando tenía 10 o 12 años, entendí que quería ser actor y que siendo actor podría algún día ser parte de un circo, o ser astronauta o podría convertirme en cualquier otra persona.
-¿Cómo empieza tu formación como actor?
-Mi formación empezó con los teatros oprimidos, teatro pobre, en el colegio La Salle, con varios elencos y de ahí continué con una licenciatura y una maestría en Estados Unidos, Francia y México.
-¿Cuándo te sentiste actor por primera vez?
-Me sentí actor por primera vez cuando tenía 24 años. Después de haber terminado la licenciatura, hubo varios momentos en los que me hacían llenar formularios y me preguntaban cuál era tu profesión, fue cuando escribí por primera vez la palabra actor y sentí que había sellado y había hecho el pacto de que esto iba a ser mi profesión y que iba a ser algo que me iba a acompañar por toda mi vida.
-Cuéntanos, ¿cómo hiciste para meter pie en la industria de Hollywood?
-Después de terminar la maestría de actuación en la USC, conseguí un papel en una película independiente titulada “Beginners” junto a Christopher Plummer y Ewan McGregor, fue esa película la que me abrió todas las puertas gracias a la nominación de Christopher Plummer al Óscar. Entonces ya tenía un ganador del mejor premio del cine en mi demo de actor y eso me destapó en otras producciones.
-Actuaste en diversas películas nacionales e internacionales, ¿cómo ha sido tu experiencia?, ¿cuál es el papel que más te gustó interpretar?, ¿y el que te costó más?
-Internacionalmente participé de las películas “Without Men” junto a Eva Longoria, Kate del Castillo y María Conchita Alonso, de ahí hice un capítulo de “CSI: Nueva York” y también trabajé con varios ganadores del Óscar como Ernesto Borgine en “El hombre que tomó la mano de Vicente Fernández”, ahí conocí a nuestra hermosa Carla Ortiz y finalmente me destapó la película protagonizada por Sandra Bullock y producida por George Clooney “Our Brand is Crisis”.
Yo creo que el papel que me más me gustó interpretar fue Eddie en “Our Brand is Crisis” porque fue una historia muy cercana a Bolivia, creo que Bolivia necesitaba tener como una especie de cierre con todo lo que había pasado en esa época. Me costó mucho Eddie porque este personaje representa a la pureza, a la inocencia, entonces fue para mí personalmente un trabajo muy importante, de limpiar cosas mías para poder volver a ese estado de pureza.
-¿Cómo preparas a los personajes a los que interpretas?
-Para poder entender a un personaje, lo primero que tengo que hacer es entender la respiración de ese personaje. Es casi mágico el momento que tú llegas a entender la forma que la persona respira, entonces te empieza a dar información sobre los miedos, inseguridades, de tensión, relajación, y también la forma cómo desacelera y acelera tu cuerpo. Después son los pensamientos, cuáles son miedos, inseguridades, sueños, porque el momento en que tú puedes pensar como el personaje, es el momento en que te pierdes y realmente te transportas a su mundo.
-¿Quiénes son tus influencias?
-Inicialmente, mis padres, mi familia, mi país, mi tierra y los valores que tenemos en Bolivia. Hoy en día tengo mucha influencia de grandes pensadores, filósofos y maestros espirituales como Osho, Eckhart Tolle, Miguel Ruíz con “Los cuatro acuerdos”, Paulo Coelho, frases hermosas de Cristo, de Buda y de las diferentes religiones que siempre pueden enseñarte algo.
-¿Tienes alguna anécdota en el set de rodaje con los famosos actores con los que has trabajado?
-Sí. Cuando estábamos haciendo la película “Beginners”, nunca voy a olvidar que en la escena en que Christopher Plummer está muriendo, él se había quedado dormido y tuve que despertarlo para que empecemos la escena.
Otra anécdota fue cuando filmamos “Our Brand is Crisis”. Algunos de los personajes reales de los políticos de la película empezaron a llamarme y buscarme para saber información de la historia. Eso causó un caos con todos los productores, pero fue algo gracioso. En esa misma película, durante mis primeras escenas, yo estaba tan nervioso que había una toma en la que yo tenía que sacar al presidente de una fuente de agua, pero no tenía que entrar, pero en el momento yo me metí tanto que terminé dentro de la fuente con el micrófono y el vestuario. Fue todo un caos en el set (ríe).
-¿Cuál es tu película favorita?
-Más que una película favorita, me llaman la atención las películas que tienen un mensaje social, que son un espejo directo de algo importante que está pasando en la sociedad y que de alguna forma llega a concientizar a la audiencia.
-¿Y de las tuyas?
-Es, sin dudas, “Without Men”, porque compartí junto a un elenco de puras mujeres —los hombres se van a la guerra en el filme— y mi personaje, Julio, se disfrazaba de mujer para quedarse con todas estas mujeres. Fue muy divertido porque yo, con el disfraz, ya con el grupo de mujeres, empecé a escuchar lo que realmente dicen de los hombres, cómo piensan y los secretos de belleza y muchas cosas (ríe). Fue muy gracioso poder ser parte de su mundo y convertirme en un personaje invisible para poder escuchar cosas que tal vez no las escucharía nunca.
-Si pudieras dar un consejo para alguien que quisiera empezar como actor, ¿qué le dirías?
-Que se prepare, que estudie y busque mucha información.
-¿De dónde surgió la idea de fundar HAPA?
-Cuando empecé mi carrera, no tenía un lugar dónde estudiar, buscaba información por todo lado y uno de mis objetivos principales fue justamente ése, de crear una academia que conecte a Bolivia con Los Ángeles para ofrecer las últimas técnicas de actuación. HAPA es un lugar donde los chicos pueden ir y empezar a palpar, a tomar un poco de todas las técnicas que hay y empezar a aplicarlas hacia el cine.
-¿Tienes algún proyecto a la vista?
-Acabamos de filmar “Fuertes”, de Óscar Salazar, es una película épica y hermosa que pronto la compartiremos con todos ustedes.
Con el mismo equipo nos encontramos en la etapa de preproducción de la película de Nilo Soruco, la vida del cantante tarijeño. Esta última me parece que es una historia importantísima para toda Latinoamérica, porque te muestra la vida de un hombre que dio todo por una ideología —que es el comunismo— que, con el pasar de los años, se convirtió en la misma dictadura contra la que pelearon. Es una especie de reflexión histórica desde la historia de Nilo Soruco.
-Desde tu punto de vista, ¿qué opinas acerca del cine boliviano?
-Yo creo que el cine boliviano está entrando en un auge espléndido porque con la digitalización y las nuevas plataformas es mucho más accesible. Y no sólo para el cine boliviano, sino para el cine latino. Creo que nos hemos dado cuenta finalmente que el cine no es solamente de latinos ni de bolivianos, sino que realmente las historias son universales y podemos exportar nuestras historias, podemos exportar nuestro cine.
Fuente: Los Tiempos
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