El presidente Evo Morales aseguró en el foro de la ONU que el conflicto con Chile no es coyuntural y abogó que el fallo de la CIJ “contribuya a aproximar a las partes para iniciar una negociación fructífera”
Como estaba previsto, el presidente Evo Morales puso en mesa de la Organización de Naciones Unidas (ONU) la demanda marítima y el próximo fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Llamó a los Estados miembros a poner “atención” en la sentencia y dijo que espera que este organismo contribuya a acercar a las partes para iniciar una negociación fructífera.
Expresó su confianza en un veredicto favorable en el caso de la demanda interpuesta contra Chile en 2013 y que se conocerá el próximo 1 de octubre. Justamente en vista al fallo hizo un repaso del proceso judicial y aclaró que el diferendo “no puede atribuirse a un proceso coyuntural, reciente, de orden político ni electoral”.
La CIJ es parte de la ONU, instancia en la que se elige a sus jueces. Morales llamó a los Estados miembros a acompañar lo que vaya a venir después del 1 de octubre, cuando se conozca el resultado de la demanda que plantea que se obligue a Chile cumplir con los compromisos que asumió a lo largo de la historia de negociar una salida soberana al Pacífico para Bolivia.
“Esta oportunidad también debe merecer la atención de los Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas pues la decisión de su principal órgano de justicia al asumir competencia para conocer una controversia y decidirla, en su caso orientando modalidades de solución, habrá sentado un precedente en favor de sociedades más justas y con responsabilidades compartidas para solucionar sus diferencias" destacó.
Chile niega que los compromisos que hizo hayan generado derechos y asegura que el fallo no pondrá en cuestión su soberanía. De hecho, activó en los últimos días una campaña que pretende mostrar que Bolivia exige la cesión territorial en la demanda, lo que fue rechazado y con denado por el ministro de Justicia, Héctor Arce.
Para Morales, con el fallo se pondrá a prueba “la responsabilidad compartida de dos Estados para acordar soluciones justas en el marco del derecho internacional”. Además dejó en claro que lo que se busca es una “solución duradera, sostenible y mutuamente satisfactoria”.
El diferendo es arrastrado desde 1879, cuando Chile invadió y posteriormente declaró la guerra a Bolivia, arrebatando la cualidad marítima de los bolivianos. El Tratado de 1904 definió las fronteras, pero no terminó de resolver el diferendo y una muestra de ello, según el Gobierno, fueron las reiteradas negociaciones bilaterales.
En la propia administración de Morales hubo negociaciones con los gobiernos de los presidentes chilenos Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
“Esperamos que el arreglo judicial que se ha planteado ante la Corte Internacional de Justicia sea reconocido y contribuya a aproximar a las partes para iniciar una negociación fructífera, pero también esperamos que ayude a asumir de manera conjunta con la comunidad internacional la importancia de un acuerdo verdadero que sincere las causas y efectos del conflicto que por más de un siglo nos distancia”, reflexionó.
Morales viajará a La Haya para asistir a la audiencia del 1 de octubre en la que los jueces internacionales leerán la sentencia por el mar.
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