Distintos exámenes realizados en dos laboratorios concluyeron que todos los tipos de arroz que se comercializan en el país no contienen elementos inorgánicos y que el supuesto arroz plástico nunca ingresó a territorio nacional.
La ola de especulaciones que nació en las redes sociales sobre la presunta presencia de "arroz plástico" en Bolivia fue cerrada este miércoles por un informe del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) que concluyó que este producto “no existe en Bolivia”.
Al igual que ocurrió en otros países desde hace al menos siete años, el rumor se extendió en territorio nacional en las últimas semanas, primero por mensajes en las redes sociales y luego por denuncias que movilizaron a las autoridades locales y nacionales en operativos de control en distintos centros de abasto, en especial en Cochabamba, Santa Cruz, Potosí y Tarija.
Hoy se conoció el resultado oficial de las pruebas científicas que se realizaron en los laboratorios del Senasag y de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba y la conclusión es contundente: nunca ingresó al país ningún tipo de arroz con algún componente que sea inorgánico.
La información fue proporcionada por el director nacional del Senasag, Javier Suárez, en una conferencia de prensa en la que explicó que el resultado de estos estudios es definitivo, por lo que pidió a la población no dejarse llevar por los rumores.
“Diversas pruebas de laboratorio descartan totalmente la presencia de 'arroz plástico' o que contenga algún tipo material inorgánico en estos productos… No se ha detectado en Bolivia algún tipo de arroz que sea adulterado, que contenga algún material no orgánico”, anunció.
Aseguró que todos los tipos de arroz que se comercializan en el país son orgánicos y que las pruebas de combustión que en algunos casos se hicieron para probar la existencia del presunto producto plástico son insuficientes.
Explicó que en el caso de las denuncias que llegaron desde Uyuni por la presencia de bolsas de arroz con un producto diferente al que habitualmente se vende en los mercados, la investigación concluyó que se trata de un cereal precocido de origen brasileño que ingresa legalmente al país y que, como los otros, no es artificial ni dañino para la salud.
“A Bolivia no ha ingresado ningún tipo de arroz que puede gan4rar esa susceptibilidad que se ha generado en las redes sociales”, insistió.
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