La identificación de una persona con el sexo contrario, que se somete a tratamientos para cambiar su aspecto físico, hasta ayer era un “trastorno psicológico”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha excluido a la transexualidad de la lista de enfermedades mentales y ha incorporado el uso abusivo de los videojuegos como un desorden de comportamiento, en la primera actualización de su Clasificación Internacional de Enfermedades en casi tres décadas.
Tras once años de trabajos, la OMS ha decidido que la transexualidad, que es un desorden de la identidad de género, salga del apartado de enfermedades mentales, algo que llevaban años reclamando las asociaciones de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales.
La colectividad de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) de Chile y Ecuador, entre otras, aplaudieron la histórica decisión.
El director del departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, Shekhar Saxena, explicó que deja de ser considerada una enfermedad mental "porque no hay evidencias de que una persona con un desorden de identidad de género deba tener automáticamente al mismo tiempo un desorden mental ".
VIDEOJUEGOS La inclusión de los videojuegos en un nuevo desorden, el del "juego" pernicioso, que se incorpora a la misma lista donde también está la acción dañina de apostar.
"Incluimos el desorden de jugar de forma adictiva tras analizar las pocas evidencias que tenemos y tras escuchar a un Comité Científico que sugirió que este nuevo fenómeno se incluyera como una enfermedad que puede y debe ser tratada", resaltó Saxena.
La OMS estima que entre un 2 y un 3 por ciento de los que juegan a videojuegos tienen un comportamiento abusivo y pernicioso, pero quieren tener certeza científica.
Asimismo, el hecho de que este desorden esté incluido en la lista de enfermedades permite a las personas que lo padecen contar con ayuda de forma oficial.
Saxena especificó que el hecho de jugar a un videojuego no es nocivo por sí mismo, igual que no lo es ingerir alcohol.
El problema es cuando el consumo es abusivo y cambia el comportamiento de la persona que lo ejerce, por eso se ha incluido en el apartado de uso de sustancias perniciosas y otros comportamientos adictivos. "Si el niño, adolescente o adulto que juega lo hace sin parar y deja de salir con sus amigos, deja de hacer actividades con sus padres, se aisla, no estudia, no duerme y solo quiere jugar, eso son signos de alerta de que podría tener un comportamiento adictivo y que tiene que buscar ayuda", señaló Saxena.
"Si encima hay incentivos como dinero cuando se juegan con otras personas, eso incrementa el comportamiento adictivo y por lo tanto, el desorden", agregó.
Desde 1990
La última revisión de la lista de enfermedades fue hace 28 años. La clasificación incluye 55.000 códigos.
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