*Camilo Katari
La xenofobia se ha convertido en uno de los peores males de nuestro tiempo y de nuestro mundo. Los bolivianos
residentes en varios países del mundo son un testimonio vivo de esta realidad.
La
xenofobia, ese temor al otro diferente, no forma parte del catálogo de
valores en el nuevo Estado Plurinacional,
pero pese a eso un empresario hotelero, devenido en dirigente político,
ha distribuido un “mensaje” a todo el país plagado de xenofobia
demostrando su pensamiento retrógrado y cercano a lo que en política se
denomina pensamiento fascista.
El
empresario eterno candidato presidencial, a falta de propuestas,
esgrime su pensamiento xenófobo para intentar
su re-postulación como candidato presidencial con un llamado a la
discriminación, en realidad esa es su ideología como buen burgués y la
única manera de difundirla es a través de avisos pagados y claro en los
medios de comunicación que son sus aliados.
Hablando
de medios de comunicación, es bueno insistir en el papel de
“reproductores” del pensamiento simple,
un ejemplo cotidiano de esta afirmación lo constituye “la sagrada
familia” de FIDES que insiste en su tarea des-informativa al igual que
Página 7.
Son
estos medios que amplifican el pensamiento conservador como el del
empresario hotelero, con un spot televisivo
por demás agresivo, como cuando ellos también difunden su “mercancía
noticiosa”, enredados en un círculo muy vicioso que incluye a sus
“caseritos” opinadores.
Volviendo
al tema de la xenofobia, los residentes bolivianos en la Argentina
están librando dura resistencia
a las políticas migratorias del actual gobierno que tiene el discurso
de: “los extranjeros nos quitan el trabajo”, exactamente repetidas por
el xenófobo criollo.
Y
es que la rearticulación del pensamiento conservador es continental, es
una defensa coordinada y financiada
para evitar los cambios que afectan sus intereses económicos y sus
ideologías racistas, por eso sus actitudes más que políticas reflejan el
pensamiento de una casta que se autoproteje cuando ve que su mundo se
cae a pedazos.
Una
de las características del colonizado es repetir de memoria la
imposición del esquema racista como ordenador
de la sociedad, esa práctica pigmentocrática que se adueñó de la
mayoría de las nacientes repúblicas en el siglo XIX y que finalmente
entró en crisis por la emergencia de los pueblos originarios.
Las viejas aristocracias económicas y sociales se rearticularon sobre la base de las dictaduras militares, y
no pueden soportar las democracias radicales que las desplaza del poder.
Hoy
nos encontramos en ese momento y en esta disputa la oligarquía
desplazada del poder no puede hacer otra
cosa que mostrar su verdadero rostro, como en el caso del empresario
hotelero, el racismo y los discursos malagüeros acerca de la economía,
el doble aguinaldo, el aumento de sueldos, que son repetidos una y cien
veces (técnica Goebeliana) por sus medios de
comunicación que instalan como “verdades” los pensamientos
conservadores.
Los
“mensajes” del empresario hotelero, son las ideas fuerza que luego
serán repetidas como “verdades” sin ningún
tipo de reflexión o mínimamente un análisis de consistencia
(desaparecida de todos los medios de comunicación conservadores) de esta
manera se amplifica el discurso racista que afecta directamente no al
gobierno sino a la figura del presidente por su origen,
y fomenta la violencia expresada en las redes.
Un
verdadero medio de comunicación, responsable de su papel en la sociedad
no debería permitir ese tipo de “mensajes”,
por un simple principio ético, pero que podemos esperar de los medios
de comunicación que son cómplices en esta estrategia de desgaste
aplicado desde las oficinas del nuevo Plan Cóndor Neoliberal y del que
forman parte, sobre todo Pagina Siete, al que ofreceremos
un capítulo aparte.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino
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