El entrenador de Blooming marcó el único gol boliviano en las tres participaciones de la Verde en mundiales. Fue el 27 de junio de 1994 ante España (3-1). El gol llegó en el minuto 67 del encuentro en el estadio Soldier Field de Chicago y frente a 63.089 espectadores.
Hay goles que valen títulos, otros que quedan en la retina por la belleza de su ejecución y otros que llegan en el minuto final y matan. Pero hay uno que es especial por ser único. Lo hizo el boliviano Erwin 'Platiní' Sánchez y es el solitario gol que tiene la Verde en un Mundial.
La historia de Bolivia en la Copa Mundial de la FIFA es corta y sin muchos logros. Accedió a Uruguay'30 por invitación de la nación organizadora y terminó tercero en su grupo de primera fase detrás de Yugoslavia y Brasil. Dos partidos jugados, dos perdidos, no anotó y en cambió se comió ocho tras las dos goleadas por 4-0 de las que fue víctima.
RESUMEN DEL PARTIDO BOLIVIA - ESPAÑA
Regresó en 1950 a la cita en Brasil sin jugar eliminatoria y solo disputó un encuentro en el que vio de frente a la selección uruguaya de 'el Negro' Obdulio Varela, y cayó por 8-0 ante el que sería el campeón del campeonato mundial en tierras brasileñas.
Y fue en 1993 que Erwin Sánchez comenzó a abrir el camino de su selección al Mundial de Estados Unidos'94 en compañía de una gran generación en la que también brillaban Carlos Trucco, Juan Manuel Peña, Marco Sandy, Miguel Rimba, Gustavo Quinteros y el 'Diablo' Marco Etcheverry. En esas eliminatorias la Verde venció por primera vez a Brasil en una eliminatoria: por 2-0 en La Paz.
Así, una vez emparejados en el Grupo C del Mundial se alistaron para enfrentar a Alemania, España y Corea del Sur. El partido inaugural fue contra Alemania, que cuatro años antes había conquistado la edición de Italia'90.
Los bolivianos cayeron por 1-0. Con Corea del Sur igualaron sin goles. Fue el primer punto obtenido por Bolivia en un Mundial.
Pero faltaba el gol. Y llegó en el minuto 67 del encuentro con España en el estadio Soldier Field de Chicago y frente a 63.089 espectadores.
La Roja venció por 3-1 a los bolivianos en un encuentro en el que los ibéricos anotarían uno más para el 1-3 final. Marcaron Pep Guardiola y Pérez Caminero en dos ocasiones.
Pero ese solitario gol, que no sirvió para siquiera empatar, es el único momento en el que las gargantas bolivianas pudieron desgarrarse al unísono en un grito de gol mundialista. Un grito de gol que no olvidan, el de ese 27 de junio de 1994.
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