Bruce Williamson. El nuevo Encargado de Negocios de Estados Unidos en Bolivia habló en exclusiva con La Razón, a tres meses de su llegada al país. En esta entrevista evalúa el avance del Acuerdo Marco entre ambas naciones, que tiene como finalidad el impulso de las relaciones hasta la reposición de embajadores, y habla sobre el cultivo de coca y la cooperación en la lucha contra el narcotráfico. Revela que ya se avanzó con Naciones Unidas en la comparación de metodologías para acortar las diferencias de cifras entre los monitoreos de cocales en suelo boliviano. Y remarca que todavía se construye la “confianza mutua” bilateral;
Bruce Williamson retornó al país a mediados de diciembre después de casi tres décadas, pero no de vacaciones como entonces, sino para asumir el máximo cargo en la Embajada de Estados Unidos en Bolivia: Encargado de Negocios, ya que ambas naciones no tienen embajadores desde 2008, tras la expulsión del estadounidense Philip Goldberg y el boliviano Gustavo Guzmán. Su misión es impulsar el restablecimiento pleno de relaciones, algo que ve posible con la construcción de “confianza mutua”.
— ¿Cómo le ha tratado el país en estos tres meses?
— Estamos muy felices con mi familia. Pasamos Navidad y Año Nuevo en La Paz; el Carnaval, en Oruro. Viajamos al Titicaca para conocer más la cultura tiwanacota.
— ¿Ya visitó antes Bolivia?
— En 1990, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, el país cambió mucho.
— ¿Ahora cómo percibe el ambiente político?
— Visité Santa Cruz, iré a Cochabamba en abril y estaré en Tarija, Sucre, Potosí, poco a poco voy a conocer más del país. Hay mucho debate en el país, acompañamos todo lo que pasa en Bolivia.
— ¿Cuál es la misión clave con la que llega a Bolivia?
— Mi misión, si es posible, es mejorar las relaciones bilaterales.
— ¿Ya conversó con el canciller Fernando Huanacuni?
— No en una reunión detallada, pero es mi misión.
— Antes de su llegada se reunió con la delegación de Bolivia en Washington, ¿de qué hablaron?
— Me reuní con el encargado de Negocios boliviano, Pablo Canedo. Son discusiones diplomáticas que no se pueden revelar a los periódicos, pero puedo decir que hablamos sobre las relaciones diplomáticas bilaterales y sobre cuál es el camino para el futuro.
— ¿Y qué camino se puede seguir, en líneas estratégicas, para reanudar las conversaciones y elevarlas a nivel político?
— Me gustaría mejorar la relación económica bilateral que, en este momento, es de unos $us 2.000 millones, podemos tener más exportaciones e importaciones de ambos lados, en varios sectores. Ello puede ser un elemento para una mejor relación. Otros pueden ser los intercambios académicos y culturales, también las artes.
Varios bolivianos van a Estados Unidos para asistir a universidades y también los norteamericanos vienen acá, podemos intensificar ese tiempo de intercambio. Un ejemplo, en el área cultural vamos a traer a un grupo de músicos de la famosa Escuela Julliard de Nueva York, para el festival de música barroca de Santa Cruz y Cochabamba. Son intercambios muy importantes.
— En 2011 se firmó un Acuerdo Marco para avanzar hacia el restablecimiento de embajadores entre ambos países, ¿qué diagnóstico le dio sobre ello su antecesor, Peter Brennan?
— El Acuerdo Marco trata de varios grupos de trabajo, que son iguales a las prioridades que mencioné anteriormente. Por ejemplo hay otra en la parte científica y tecnológica, Estados Unidos y Bolivia son fuente de conocimiento e innovaciones y esto puede ser otro elemento de cooperación en el marco del convenio bilateral. Poco a poco pueden haber avances, creo que esto es muy posible.
— ¿Y en lo político, cómo se puede avanzar?.
— No tenemos relación de embajadores desde 2008. Creo que es necesario tener confianza mutua, respeto mutuo, un diálogo cordial sin agravios, esto es muy importante y, así, poco a poco podemos dar los pasos para reconstruir el diálogo y la relación. No es de la mañana a la noche, obviamente son asuntos de confianza y respeto, esto lleva un poco de tiempo.
— ¿Estas mesas de trabajo continuaron trabajando?
— Hay avances, pero lo más importante es el movimiento para adelante y no para atrás.
— Entonces, todavía no hay nada que anunciar...
— Todavía nada, pero para cuando tengamos algo vamos a llamar a La Razón (risas).
— ¿Cuál fue su primera impresión del presidente Evo Morales?
— Conocí al Presidente, al Vicepresidente y al Canciller en febrero, fue un encuentro personal, con un trato cordial.
— Pero ese día Morales le dijo que no aceptará conspiración de Estados Unidos y usted le respondió que no conspirará. ¿Cómo hay que entender esa solicitud y su respuesta?
— Lo esencial es que como estadounidenses sentimos un profundo respeto por los valores de la democracia, el estado de derecho, los derechos humanos, que no son solo norteamericanos, sino bolivianos, hemisféricos y universales...
Fuente: La Razón
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