El chileno Alfonso Ossandón, despedido de una escuela pública de su país por haber repartido allí ejemplares del Libro del Mar, que reúne los argumentos de la centenaria reclamación marítima boliviana, informó hoy que pidió asilo en Bolivia al sentirse perseguido en la nación vecina.
En declaraciones a la radio estatal Patria Nueva, Ossandón indicó que inició el trámite correspondiente ante el Consulado de Bolivia en Chile el pasado 1 de marzo y que se encuentra en territorio boliviano desde la semana pasada.
Según el chileno, su ingreso a Bolivia fue "un traspaso muy emocionante", por un lado "por el hecho de dejar la patria" y a su familia en Chile y, por otra parte, por poder reencontrarse "con los hermanos bolivianos que están acá y que están en una justa demanda".
Ossandón sostuvo que en su país "hay una persecución" hacia quienes realizan "comunicación alternativa y todos aquellos" que tienen "una visión diferente".
"Está sucediendo en el Wallmapu con los mapuches, está sucediendo en el caso de quienes hemos repartido el Libro del Mar en Chile, pero eso no nos amilana en la lucha de hermanamiento, de unidad latinoamericana", añadió.
Ossandón trabajaba en una escuela de la ciudad chilena La Serena, donde repartió en mayo del año pasado 45 ejemplares del Libro del Mar, pero fue despedido a instancias del Ministerio de Educación chileno por ese acto, según explicó en junio pasado, durante una visita a La Paz en la que se reunió con el presidente Evo Morales.
El chileno argumentó hoy que su objetivo al repartir el Libro del Mar en esa unidad educativa fue "llevar cultura de paz al colegio porque había seis niñitas bolivianas que estaban sufriendo xenofobia" y que eso "no lo iba a dejar pasar".
Según Ossandón, la solicitud de asilo "es por seguridad efectivamente" y porque siente "que el estado de derecho chileno no está dando los estándares ni con este ciudadano chileno ni tampoco con el pueblo mapuche".
Bolivia acudió en 2013 a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para buscar un fallo que obligue a Chile a negociar la restitución de su salida soberana al Pacífico, que perdió en una guerra en 1879 y que le costó 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros lineales de costa.
Chile sostiene que no tiene ninguna obligación al respecto, pues los asuntos limítrofes entre ambos países quedaron resueltos en un tratado firmado en 1904, veinticinco años después del conflicto.
Del 19 al 28 de marzo Bolivia y Chile presentaron los alegatos orales ante la CIJ, la etapa final del juicio, y ahora se espera el fallo de la corte para finales de este año.
Fuente: Opinión
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