Palcos vacíos marcaron el Corso de Corsos

El festejo, que originalmente debía realizarse hace un mes, estuvo afectado por el ausentismo del público. Los asientos se remataron hasta en 10 bolivianos. 


Los asientos que habitualmente se vendían a 100 bolivianos, ayer costaron 10. En algunos casos, los vendedores de espacios ofrecían incluso combos, es decir, asiento con comida y refresco.

Aun así, las graderías se mostraban vacías y el recorrido de las fraternidades concluyó más antes de lo esperado.

Ayer se realizó la tradicional entrada del Corso de Corsos, una de las últimas actividades de cierre del Carnaval valluno. El evento se desarrolló después de un mes de suspensión, medida tomada como un acto solidario hacia las familias afectadas en el departamento por las lluvias y mazamorras las semanas pasadas.

El paso de las fraternidades estuvo marcado por un llamativo ausentismo de parte de la población, que suele ser uno de los más esperados y disfrutados dentro la agenda de festejos carnavaleros.

La poca asistencia al evento incidió directamente en los balances finales de muchos negociantes, que encuentran en este festejo la oportunidad para vender asientos a los interesados en ver la entrada, y mercancías diversas, principalmente alimentos y bebidas.

“No he recuperado ni la mitad de lo invertido”, señaló Roberto Hinojosa, vendedor de graderías en el recorrido. La evaluación del comerciante es que la postergación del evento restó el interés de la población.

“Yo creo, realmente, que si (el Corso) hubiese sido el mismo día del Carnaval nos hubiera ido mejor”, concluyó Hinojosa.

Sin embargo, a pesar de los asientos vacíos y la disminución de los aplausos, las distintas fraternidades no escatimaron su derroche de alegría a lo largo de todo el recorrido.

Tampoco faltó la picardía de los soldados premilitares de las distintas unidades de las Fuerzas Armadas en el Eje Metropolitano, que divirtieron a los asistentes con sus elaborados disfraces y sus jocosos pasos de baile.


Fuente: Opinión