El litigio ha vivido varias etapas y desde la perspectiva de Bolivia el rechazo de la Corte a la excepción preliminar presentada por Chile en 2014 alegando que no tenía competencia para dirimir el conflicto, ha constituido la mejor señal de que se ha elegido el camino correcto.
Los alegatos orales que inician este 19 de marzo, marcan la etapa final del juicio que el 13 de junio de 2013 inició Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya demandando a Chile negociar una salida soberana al océano Pacífico.
Al cabo de casi cinco años ambos países pondrán todos sus argumentos sobre la mesa para que, terminado el periodo oral, los miembros del máximo tribunal internacional estudien el caso hasta que se formen una convicción jurídica para sustentar la resolución del caso.
El litigio ha vivido varias etapas y desde la perspectiva de Bolivia el rechazo de la Corte a la excepción preliminar presentada por Chile en 2014 alegando que no tenía competencia para dirimir el conflicto, ha constituido la mejor señal de que se ha elegido el camino correcto.
Según los analistas, el solo hecho de que el máximo tribunal de justicia haya admitido la demanda es un avance para la estrategia boliviana y una derrota para la diplomacia chilena.
Desde el sábado, el presidente Evo Morales encabezó en La Haya dos extensas reuniones preparatorias con el equipo a cargo de la demanda interpuesta contra de Chile y se ha mostrado optimista y seguro “de la solidez de los argumentos” por lo que ha pedido unidad y vigilia al pueblo boliviano para acompañar este histórico proceso.
Bolivia demandó a Chile ante la CIJ para obligarlo a negociar un acceso soberano al mar y Chile ha insistido que tal demanda no pone en riesgo su integridad territorial y ha subrayado que el máximo tribunal internacional “no puede determinar el resultado de las negociaciones”.
Con todo, las autoridades chilenas han admitido que el peor escenario, en un caso absolutamente adverso, sería que la Corte ratificara la obligación de negociar y admitiera los argumentos bolivianos poniendo en evidencia que no cumplieron las promesas formuladas a Bolivia.
Las promesas incumplidas
Resulta altamente probable que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), después de los alegatos de Bolivia y Chile, emita sentencia determinando que ambos países deben abrir una negociación de buena fe para que Chile honre las propuestas que hizo a Bolivia.
Una rápida revisión de los ofrecimientos chilenos a Bolivia después de la firma del Tratado de Lima suscrito entre Perú y Chile en 1929 da cuenta de varios momentos en que fue traicionada la buena fe que Bolivia puso en las expectativas creadas por el vecino país.
Varios analistas mencionan en el listado desde las compensaciones no territoriales formuladas en 1950 con las que Chile pretendía acceder al uso de las aguas del lago Titicaca, pasando por la compensación territorial con una superficie equivalente al área de tierra y mar cedida a Bolivia planteada en los años 70, así como la ronda de conversaciones de los años 80 posteriores a la resolución 426 de la OEA que Bolivia logró en 1979.
. Esta exigencia fue parte también de la propuesta chilena de los años 70.compensaciones no territoriales probables: el uso de las aguas del lago Titicaca, los planteamientos realizados después del Abrazo de Charaña, a mediados de los años 70, y la ronda de conversaciones de los años 80, denominada del “enfoque fresco”, más un par de aportes de la Resolución 426 de la OEA, exitosamente concertada por Bolivia en 1979.
Los jueces
Un foro de 15 jueces, que representan a todos los sistema jurídicos del mundo y cuya actuación está protegida por el principio de independencia, definirá el litigo.
Terminado el periodo de los alegatos orales iniciará la etapa de deliberación en el que luego de formarse una convicción personal deben discutir hasta llegar a un acuerdo mayoritario o unánime. No existe plazo para que emitan un fallo pero se espera que sea este 2018.}
Fuente: ANF
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